"Poco a poco van perdiendo el control del mundo humano, ¿es qué no lo ven?"
Jealous al escuchar semejante petición de aquel demonio guio su mirada a él, le tomaron por sorpresa aquellas palabras "Vengo por tu death note." No dejo de imaginarse lo peor, sabía que sus planes no serían para nada buenos.
-¿Mi death note? ¿para qué quieres mi death note?-
-Sé muy bien que no la usas, el no usarla está mal, se te incomendo usarla y desde que te la dieron sólo haz escrito 2 nombres en ella, semejante poder te han otorgado y no eres capas de usarlo.-
-No me gusta acabar con la vida de nadie.-
Agramón le dio la espalda al shinigami intentando contener su risa, si seguía así tarde o temprano Jealous le entregaría la death note.
-Jealous, damela y ya no tendrás que matar a nadie, en cuanto terminé de usarla te la devolveré, ¿Qué me dices?-
-Yo... no lo sé, no creo que sea lo correcto.-
-¡Damela! Prometo no matar a Misa Amane.-
Jealous suspiro de alivio, sabía que Agramón no mentía cuando dijo que no le haría daño a Misa, aún así no estaba convencido de darsela pero de todas maneras se la entrego ya que él nisiquiera la usaba.
-Más te vale no hacerle nada o yo mismo voy a matarte.-
-¿Sin tu death note? No me hagas reir Jealous, sin tu death note no tienes ninguna posiblidad de matarme pero confía en mí, no voy a matarla, eso te lo aseguro.-
-Vete antes de que me arrepienta, Agramón.- Dicho esto el shinigami siguio viendo a Misa através del portal que daba al mundo humano.
Agramón con una sonrisa siniestra abrio aquella death note para verificar que el shinigami no lo había engañado, no lo había hecho, siguio su camino al infierno desapareciendo entre la oscuridad del mundo shinigami. Al cabo de unos minutos llego al infierno pero no sin antes haber aparecido en la oscuridad de la escuela de aquel chico Aleck para dejar la death note cerca del árbol que aquel chico solía frecuentar, escribio las instrucciones para que supiera como usarla y así darle paso al infierno al mundo humano.
El demonio aparecio frente al rey de las tinieblas.
-Agramón, volviste más rapido de lo que creí ¿qué fuiste a hacer al mundo shinigami?-
-La primera parte de mi plan.-
-¿Fuiste por una death note?-
-Me conoces bien, Lucifer.-
-¿Por qué irías por una death note? Si tú tienes la capacidad de volver loco a cualquiera hasta matarlo.-
-Tendremos un ángel diabolico en el mundo humano.-
Lucifer sonrío al escuchar a Agramón decir aquello, conocía bien al demonio y sabía que aquel supuesto "Ángel diabolico." Sería un humano el cual se encargaría de hacer una entrada para todos los demonios.
-Espero y sea el indicado para tal tarea.-
-Lo será... lo he observado y es el indicado para tener esté poder.-
El rey de las tieblas y el demonio de la oscuridad observaron al mundo humano para que hacia aquel chico.
Aleck se encontraba en clases al final de todos los asientos, le gustaba estar solo, odiaba la presencia de cualquier persona y odiaba que todas las personas lo juzgaran, por eso prefería estar solo. Minutos después sono el timbre, el que daba inicio al recreo, Aleck camino hasta su lugar sagrado, un árbol sombrio que estaba en el patio, nadie se acercaba por la sensación que causaba el estar debajo de aquel árbol.
-Por fin... por fin estoy en mi lugar.- Dijo al sentarse debajo del árbol, pronto se percato de que a su lado se encontra un cuaderno, no uno común si no uno que tenía grabado con letras blancas en la portada "Death note" lo tomó algo extrañado ya que nunca en su vida había visto un cuaderno así, abrío aquel cuaderno y quedo atónito al leer lo que decía.-
"Esté cuaderno no es ordinarío, esté cuaderno puede ser la mejor arma para matar personas sin dejar huellas, tan solo con escribir el nombre de la persona que quieres que muera exactamente en 40 segundos morirá de un ataque al corazón."
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Death Note
FanfictionAgramón el demonio de la oscuridad está cansado de la vida humana y quiere exterminarla a como de lugar, un chico hará que todo sea posible para que los demonios del inframundo dominen el mundo humano.