¿Qué sucedería si una Death Note cayera en manos equivocada?
Los shinigamis son dioses de la muerte, estos dioses tienen el deber de enviar a los humanos al infierno através de sus Death Notes.
Deridovely y Daril se encontraban apostando como lo hacían cada día, era la manera en la que se divertían y pasaban el tiempo. Derepente Daril sintió que algo no estaba bien, una gran oscuridad empezaba a invadir su mundo, esa oscuridad la estaba incomodando.
-Deridovely, alguien del inframundo a ingresado en nuestro mundo.-
-¿Cómo lo sabes, Daril? Para que alguien del inframundo haya venido tuvo que haber hablado con el rey de las tinieblas...-
-Eso es cierto, y lo sé porque una gran oscuridad poco a poco se está apoderando de nuestro lugar. Si mis sentidos no me fallan debe tratarse de Agramón.-
-¿A qué habrá venido?-
-No lo sé, pero iré a averiguarlo.-
Daril temía acercarse al demonio de la oscuridad, él tenía más poder que cualquier shinigami, ni todos juntos con las Death Notes podrían matarlo, él si quería podía destrosarlos fácilmente. Ella apesar de su temor se acercó lentamente a Agramón esperandosé lo peor.
-Agramón, ¿a qué haz venido aquí?-
-He venido por Jealous.-
Agramón observo a la shinigami que se encontraba frente a él, pensó que se interpondría y por eso pensó destruirla y destruir a cualquier otro shinigami que se enfrentará a él pero no estaba allí por pelea.
-Agramón, ¿por qué quieres ver a Jealous?-
-No es de tu incumbencia.-
Daril sabía que la llegada de Agramón no traería nada bueno pero accedio debido a que si no lo hacía, ese sería su fin.
-Vamos, si no me sigues el paso y te pierdes no será mi culpa.-
-Deberías tener cuidado con lo que dices shinigami.-
-No le temo a la muerte, no te temo Agramón.-
-Eres pésima mintiendo, ¿lo sabías? Si bien me conoces deberías saber que siento tu miedo, sé que le temes a la muerte y a mí.-
Daril guardó silencio, su miedo emanaba de ella y sabía que Agramón podía sentirlo y volverse más fuerte a medida que el miedo de Daril aumentaba. Ella lo llevo directamente al lugar más oscuro del mundo shinigami, si jugaba con él la pagaría muy caro y prefirio llevarlo sin alguna queja.
Jealous se encontraba frente a ellos mirando atentamente por uno de los portales que daba al mundo humano, por ahí observaba a Misa Amane cada día, él no se despegaba de ella, no podía tocarla sólo podía verla pero eso le era suficiente.
-The he traído hasta aquí y me arrepiento de ello. Adiós, Agramón.-
-Adiós shinigami.- Dijo Agramón viendo como ella se iba alejando lentamente de aquel lugar, sé notaba en su mirada que se había dado cuenta que el demonio tramaba algo que también perjudicaría a los shinigamis, a Agramón no le importaba, no iba a detenerse por nada.-
-Jealous, ¿aún sigues atado a esa humana?-
-No lo entenderías, nunca haz amado a nadie y nunca lo harás.-
-Miraté, amando a una humana que nisiquiera sabe de tu existencia y nunca sabrá que exististe y que la amasté, para mí lo que sientes es patético.-
-¿Qué es lo que quieres, Agramón?-
Él demonio soltó una risa dejando a la vista sus dientes filosos y el rojo de sus ojos, solía ser muy aterrador Agramón y más cuando esté sonreía, cada vez que lo hacía nada bueno ocurría.
-Vengo a por tu Death Note.-
"Puede que la luz reine en el mundo humano, pero pronto la oscuridad reinará en el mundo humano."
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Death Note
Hayran KurguAgramón el demonio de la oscuridad está cansado de la vida humana y quiere exterminarla a como de lugar, un chico hará que todo sea posible para que los demonios del inframundo dominen el mundo humano.