Veía a un niño pequeño acercándose a la cocina, en busca de aquellos ruidos que lo despertaron de su siesta. Cuando llego a la puerta decide quedarse escondido detrás de la puerta y escuchar aquellos gritos y saber de quienes provenían.
-Te dije que no me importa, cuantas veces te dije que no salieras. -Dijo una voz gruesa nerviosa y gritando.
-L-lo si-si-en-to. -Dijo una voz femenina atemorizada.
Luego de esto, escuche un fuerte sonido proveniente del choque de la mano de aquel hombre de voz gruesa a la mejilla de la mujer atemorizada.
El niño decidió salir de ahí sin ser visto y corrió a su habitación, cerrando su puerta sigilosamente y trabándola desde adentro.
***
Mi vista volvió a abrirse y descubrí que estaba en mi habitación, siendo aquel uno de los malos sueños que me perseguían todas las noches. No tenia esta pesadilla desde hace unos años. Comenze teniéndola desde que tenia unos 10 años hasta que tuve unos 15 años, todas las noches. Agradecí la primer noche que no la tuve, pero odie volver a pasarla hoy.
Quise dormir en todo lo que restaba de la noche, pero como aquellas noches en la que tenia este y otras pesadillas con los mismos protagonista, el insomnio me gano.
Creo que así pasaron horas y horas hasta que el despertador sonó.
-Hermano levantándose!-Dijo la castaña abriendo la puerta.
-Ahora me levanto. -Dije cansado gracias a "insomnio".
-¿Que paso? -Dijo mi hermana sentándose en el borde de la cama viendo mis ojeras. -¿Saliste anoche?
-No salí, el insomnio me gano.
-A mi no me mientas como a mama, yo no te castigare.
-Esta vez digo la realidad, ¿Recuerdas aquellas noches donde me levantaba y te decía que no podía dormir? Bueno, volvieron.
-¿Cual de todas?
-La primera de todas.
-Vamos, dale. -Dijo acariciándome la espalda. -¿Que te parece si te hago el desayuno que te hacia mama?
-Dale, me baño y bajo.
Entre al baño, hice mis necesidades, me bañe y salí a desayunar con mis hermanos. El cual fue en un silencio que no fue del nada incomodo, con alguna queda por el lado de mi hermano al comer y miradas de mi hermana hacia mi.
Luego de desayunar, decidí salir un rato al encuentro con uno de mis amigos, Sam.
....
Al llegar nuevamente a mi casa, escucho risas provenientes de mi hermana, junto a un chico sentado en uno de los sillones mirando una comedia romántica en la televisión.
Busque con la mirada a mi hermano pequeño, el cual puede descubrir que no estaba allí.
-Hola, ya llegue.
-¿Tu eres Danny, verdad? -Dijo levantándose y saludándome, a lo que hice caso omiso. -Tu hermana me ha hablado mucho de ti.
-Suelen decirme Danny, pero para ti soy Daniel. -Dije un poco celoso. -¿Puedo hablar contigo a solas?- Esta vez dirigiéndome hacia mi hermana y remarcando el "a solas".
-Espérame en la cocina. -Dijo mi hermana dirigiendo a su novio.
-¿Que hace aquí?
-Le ofrecí quedarse un rato, tuvo un viaje largo. Y antes que preguntes nuestro hermano se durmio la siesta.
-¿Porque sabes lo que pienso?
-Por 3 razones: soy tu hermana, te conozco mas que a mi misma y la ultima pero la mas importante porque te quiero. -Dijo mi hermana levantando un dedo por cada razón que decía. Lucia como aquella niña feliz dando sus argumentos de porque le tenían que comprar un regalo, amaba a esa niña pequeña, que tanto me encantaba ver pero que después de todo no volvería, no del todo.
-Me hiciste recordar a ti de niña.
-¿Lindos tiempos aquellos, no? Donde mama todavía estaba. Me encantaría volver el tiempo atrás y poder hacer algo. -Dijo suspirando.
-No podemos hacer nada, no ahora. Dejemos de lamentarlos. -Dije dándole un abrazo a mi hermana. -Te espera alguien en la cocina, ve.
-¿No te opondrás? ¿No dirás nada? ¿Por que?
-No, porque te veo feliz, como hace tanto no lo veía. Y si así estando con el puedo escuchar tu risa mas seguido, estaré muy encantado.
-Te quiero, sabes, mucho. -Dijo dándome un beso en la mejilla, dio un saltito y se dirigió a la cocina en busca de su novio.
-Yo también. -Dije en un susurro apenas audible.
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Se que he tardado mucho sin subir, lo siento. Prometeré compensarlo de alguna forma.
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A Girl Like She. ||Daniel J|| EN EDICIÓN
Romance"Y ahí estaba ella, la chica que siempre veía los viernes, venia con sus típicas converse negras, sus jean rotos y sus auriculares escuchando a The Rolling Stones."
