Pesadillas

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Y allí estaba, en medio de un bosque temiendo por mi vida. Buscando desesperadamente una luz, cartel, o señal de vida que me indicará la salida a esta horrible pesadilla. Podía escuchar al viento aullar y a los árboles tambalearse. Mientras que un sentimiento desconocido nacía dentro de mi y se hacía más grande a cada segundo que pasaba.

¿Cómo terminé aquí? ¿Dónde estaba?

El pánico y el miedo se metían debajo de mi piel, logrando un leve temblor en mis rodillas. Cerré los ojos, y me concentré en la oscuridad que yacía en mi vista, y suspire tratando de calmar estas sensaciones casi físicas.

Ranma...

El nombre de mi salvador apareció como una luz brillante, y mis ojos se abrieron a la par en menos de un instante. Giraba sobre mis talones buscándolo, llamándolo infinitas veces en mi cerebro y balbuceando por el frío. Estaba sola, o eso pensaba...

Ante mis ojos se armaba una escena desgarradora. Mi corazón se saltaba un latido, y la sangre bajaba a mis pies. Cubri mi boca con mis manos que en este momento estaban temblando, todo mi cuerpo estaba en shock.

¿Cómo pasó esto?

Ranma estaba tirado en el suelo, con sus ropajes rotos, con una mirada vacía y sin vida que delataba su estado. Mientras que un color carmesí bañaba partes de su organismo, y terminaba en el suelo.

Corrí. Corrí hasta llegar a sus brazos, me envolvi en ellos y me acerqué al lugar de su corazón.

No latía...

Y todo mi mundo se desmoronó. Las lágrimas inundaban mi vista y la hacían borrosa ante la horrible escena que vivía. Me aferre a él con tanta fuerza, como si mi vida buscará una luz para seguir viviendo. Para seguir teniendo una razón de existir.

¿Cómo..? ¿Cuándo..?

Lloraba mares, y  mi cabeza explotaba de preguntas. Poco me importaba lo que pasaba a mi alrededor.

Akane...

Una voz resono en mi cabeza, como un sonido lejano a través del eco.

¡Akane!

Otra vez.

¡Estoy contigo! ¡Despierta!

—¿R-Ranma..?—Lo dije cómo un susurro. Una súplica. Un vacío en mis manos se hacía presente, instintivamente levante la mirada intentando decirme que había enloquecido. Que había perdido toda señal de cordura, y lo que oí era real.

¿Qué..?

El cuerpo de Ranma no estaba.

Entre en pánico.

Akane..

¡Ranma!—Me levanté tan rápido, que mis piernas entumecidas exigían reposar. Una luz llenó toda mi visión, y no fui consciente de nada más.

...

Mi cuerpo estaba entumecido. No podía abrir los ojos, o tal vez no los quería abrir. Mi corazón latía a una velocidad anormal, y mi respiración era agitada. Pareciese que había terminado de correr, pero no era cierto.

Había alguien a mi costado, estaba segura de ello. Sin embargo no me movía, estaba descansando. Analizando lo que acaba de ocurrir. No quería admitirlo, pero tenía miedo.

—Akane —Una voz masculina sumamente conocida pronunció mi nombre con cierta ternura. Pude percibir preocupación en ella. Mi cerebro tardó un poco en descifrar el dueño de la voz, pero lo hizo.

—Ranma... —Hablé esperanzada y traté de incorporarme de donde sea que estaba. Pero una mano fuerte me sostubo de la espalda y me ayudó. Sabía que era de Ranma, no tenía duda de ello.

—Gracias—Le dije como un susurro. Quería verlo, así que empecé a abrir los ojos lentamente. Y lo hice.

Oscuridad.

Por alguna extraña razón, todo estaba oscuro, seguía igual que antes. Volví a parpadear sin dar resultados, y luego escuché un sonido lastimero en algún lugar.

—Ranma, ¿Podrias encender la luz?—Dije, y no recibí respuesta alguna. Alguna parte de mi cerebro comenzaba a alarmarse, pero aún no era consciente de lo que en verdad pasaba.

—¿Ranma?—Volví a preguntar.

—Akane—Habló con un tono de seriedad desconocida para mi, para luego sentir una mano cálida sobre mi hombro.—¿Recuerdas lo que pasó anoche?—Todos los recuerdos volvieron a mi mente como un rayo, empecé a sudar frío con tan sólo revivir esa escena en mi cabeza.

—S-Sí—Respondí—T-Tú estabas...—No pude continuar, no quería decir esa palabra que daba fin a toda cosa  existente.

—¿Recuerdas algo más?—Preguntó manteniendo su seriedad.

—Ranma me estás asustando—Hablé con la voz temblorosa. Claro que si recordaba más, la sensación que me provocaba tan sólo revivir la escena del bosque era espantosa.

¿Porqué sigue siendo oscuro?

—Ranma, no veo nada, prende la luz por favor. —Dije, sin embargo no recibí respuesta nuevamente. Esto me olía mal, y no sabía que era.

Silencio

Se mantuvo callado un rato, y haci fue hasta que volvió a hablar.

—Akane...Shampoo, ella..—Su tono fue desvaneciendose a cada palabra que daba. Un escalofrío recorrió mi columna, y otros recuerdos me calleron como agua fría rematandome. Sólo bastaba mencionar a la amazona para saber que había problemas.

¿Acaso..?

—Por eso yo no puedo ver.. —Susurré con la voz quebrada y a punto de llorar. Las lágrimas caían por mis mejillas como un mar sin fin. Ya podía recordar todo, el porque había soñado con el bosque y con Ranma sin vida.

Shampoo y su abuela me habían acorralado mientras me dirigía a un lugar, me aplicaron una sustancia causante de mi ceguera, y me dieron una maldición. El terror que sentí en esos momentos era indescriptible, me habían derrotado, y estaba sola...

Me rodearon unos fuertes brazos y me abrazaron como una niña pequeña, y no puse resistencia. Podía escuchar al corazón de Ranma latir con fuerza, mientras que aferraba a su pecho para llorar y desahogarme.

El entrenamiento.

Un pensamiento pasó por mi cabeza, recordé que aún seguia con el entrenamiento que me puso el padre de Ranma. Era mi única esperanza, derrotar a la amazona para conseguir la cura.

Me separé decidida de Ranma, cerré los puños con coraje.

—Tengo que seguir con el entrenamiento —Hable decidida y me puse de pie.

Las Amazonas no se saldrían con la suya sin duda.






Primero quiero aclarar que la historia de este one-shot, es un Fic aparte a esta colección. Yo sólo narré lo que sería desde la perspectiva de Akane. El nombre del fic es "El vendedor de Sardinas" y fue publicado por nuestra querida Miraculer_Raura vayan y denle amor ❤.

Espero que les haya gustado, ¡gracias por leer!

[ One Shots ] Ranma 1/2. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora