[ One Shots ] Ranma 1/2. [PAUSADA]

Lágrimas de piedra 1/3

Tarde, como siempre.

El artista marcial tenía la respiración un poco agitada, pero no era tanto como la de su prometida. La joven se apoyó sobre sus rodillas, y agradeció que la carrera contra el tiempo haya terminado. Habían corrido por casi todo Nerima, y no era para menos. La culpa tenía el artista marcial, que parecía haberse pegado a la sábana, pero solo fue suficiente un buen golpe en la cabeza, y lo hizo salir de ese dulce sueño, del cual sabía nunca volverá a repetirse.

—¿Te cansaste por esa carrerita?—El joven habló con intenciones de molestar a su compañera, aun le tenía cierto rencor por lo de la mañana—Que débil eres, Akane. Bueno, no esperaba más de ti después de todo.

La peliazul hechaba humos por la cabeza, su miraba se puso sombria por unos segundos. Pero eso solo bastó para que su prometido se arrepintiera de abrir su boca.

—¿Que dijiste Ranma?—Contestó Akane, con una voz terrorifica que Ranma no pudo reconocer.

—E-Era una b-broma Akane, calmate—Dijo mientras que retrocedia unos pasos, sabía lo que vendría después, y no queria tener otro chichón.

—Si claro...—La chica empezaba a sacar un mazo de quien sabe donde, y en ese momento, el cuerpo del joven empezó a sudar frío,—¡Desaparece!

—¡Ahhhh!—Y salió volando por los cielos. Al parecer no llegarian a clases a tiempo.

***

En el Neko-Haten, la pelimorada atendía a los clientes con su típica sonrisa angelical, que en verdad no era tan sincera. Meneando las caderas y llevando los platos por aquí y  por allá, mientras que su mandil se mecía al compás. Y era tarde, haci que el Neko-Haten tenia que cerrar.

La china sopló uno de sus mechones que habian caído en su frente, se sentó, y apoyó todo su cuerpo en la mesa, aburrida por el trabajo. Mousse habia decidido regresar a China sin decir a nadie, por eso el trabajo caía en la chica.

—Cansada estar...—Murmuró la chica, soltante un suspiro agonizante.

— Buenas—La voz del vendedor le hizo reaccionar, y de inmediato se incorporó para ver que mercancias habia traido esta vez.

—Oh, vino el vendedor —Cologne se presentó en la sala, y saludo igualmente al señor.

El vendedor le mostró todo tipo de mercaderías, desde insecticidas hasta collares contra malos espíritus, pero la Amazona mayor se limitó a comprar un extraño líquido—que según el vendedor— era un lava platos, para luego marcharse. Shampoo observaba cada producto con desinterés, pues era lo mismo que traía cada semana, sin embargo sus ojos se posaron rápidamente en un frasco con un líquido rosado brillante en su interior. Estaba apartado de todas las mercaderías anteriores.

—¿Qué ser?—Preguntó la joven sujetando el frasco recién mencionado.

—P-Porfavor tenga cuidado jovencita, ese no es un utensilio—Contestó el hombre viejo, extendiendo sus manos nerviosamente hacia el frasco, con intensiones de apartarlo de Shampoo.

La joven, al ver sus intenciones, apartó el frasco de su alcance, e insistió con la pregunta.

—Supongo que no tendré opción..—Dijo, y se acomodó en su asiento. La china lo imitó, y ansiosa le devolvió el frasco al señor, mientras que se removió intranquila en su sitio, al fin algo no tan aburrido.

—Este frasco contiene una leyenda muy triste detrás—Se aclaró la garganta—Verás, estas son lágrimas de una joven, que al serle prohibido el matrimonio, se transformó en piedra. Se dice que este frasco contiene sus últimas lágrimas de tristeza, antes de caer a tal maldición.

La curiosidad consumió a la joven, incitandole a preguntar mas.

—¿Qué hacer esas lágrimas?—Se incorporó, acercándose al señor de una manera peligrosa.

—N-No debería contarlo, p-perdone—El vendedor retrocedió en su sitio, viéndose arrinconado. Shampoo le dedico una de sus miradas más feroces e imponentes.

No tuvo opción. La presa había sido atrapada.

—L-Le contaré, pero por favor siéntase—La joven obedeció, y meneando sus caderas, con una sonrisa triunfante, se sentó.

—A quien le caiga estas lágrimas, no podrá evitar su destino. Sufrirá dos días, hasta que se convierta en piedra. Se dice, que en ese período de tiempo, la víctima mostrará síntomas de tristeza y pena, hasta desfallecer.

Una sonrisa maliciosa se dibujó en los labios de la muchacha, y no pudo soltar una risita que pareceria inocente ante cualquier individuo, siendo todo lo contrario.

—Lo compro—Dijo sin más.

—D-Disculpeme, pero esto no está a la venta—Respondió mostrando su rotunda negación. Pero, ¿Eso bastaría para rentener a la china?

Inició una batalla de negocios entre ellos. Shampoo ofrecía diversos precios por el frasco, pero el señor no se daba a torcer, su respuesta siempre era un negativo no, dejando a la joven molesta, sin embargo, ella no perdía su determinación. El vendedor sabía que si seguían con esto, no llegarían ninguna parte, además, tenía que ofrecer sus productos en otro a lugares. Así que no tuvo más opción que ceder dando un suspiro, y dejando triunfante a la china.

—Bien...—El señor dejó el frasco en manos de la chica, se levantó de su asiento, y guardo sus mercaderías—No me hago responsable por lo que pueda pasar. Por favor, tenga mucho cuidado señorita.

—Hai Hai, Shampoo tener cuidado—La joven no le tomó importancia, y se despidió del amable señor sacudiendo su mano.

《《Espero no arrepentirme de lo que acabó de hacer》》Y haci, con esos pensamientos, el vendedor abandonó el Neko-Haten, y se dirigió a diferentes lugares para ofrecer sus productos.

Shampoo dio saltitos triunfantes con una sonrisa maliciosa en el rostro. Acercó más el frasco ha su pecho, y su mirada se ensombrecio.

Definitivamente usaría las lágrimas de piedra para fines nada comprometedores.

Heya. Yo de nuevo.
Disculpenme por no actualizar, en estos tiempos se me ha sido muy difícil tener una agenda libre. Estoy en períodos de exámenes, y me están prohibiendo cualquier contacto con mi celular.

Bueno, ¿Ustedes que creen que pase? ¿Qué estará planeando Shampoo? 0w0
¡Descubranlo en el próximo capítulo!

Si ven alguna falla de ortografía, por favor, no duden en comentar cuál es, se los agradecería un montón.