Harry.
Hace unos segundos recibí una llamada de mi padre diciéndome que pasara por la oficina, para mostrarles el hospital a los jóvenes que vinieron de intercambio. Eso me hace recordar cuando yo estaba en mi internado hace 4 años, no salí de intercambio pero lo hice en mi país natal, Rusia.
Mi padre es un doctor muy reconocido. Hace unos años atrás cuando yo aún no nacía, viajó a Londres y entonces conoció a mi mamá. Él no podía quedarse aquí ya que tenía su trabajo y todo allá en Rusia, ambos estaban muy enamorados y decidieron empezar una relación a distancia. Se fueron conociendo más y con el tiempo mi padre le pidió que se casará con ella y se la llevó a vivir a Rusia. Años después nací yo y luego mi hermana Elizabeth, mi madre fue la de la idea de nuestros nombres. Ya que vivíamos en Rusia ella quería que tuviéramos al menos nuestros nombres de Inglaterra.
Mientras crecía, me fui enamorando de la medicina al ver a mi padre, yo veía que él trabajaba mucho pero aun así sabía que esa era la carrera que quería estudiar, mi madre es diseñadora de moda y hace un par de años atrás sacó su propia colección de ropa y como podrán imaginarse mi hermana con otras chicas más fueron las modelos para la presentación de la colección, mi hermana está muy enfocada en ser una gran modelo de renombre.
En fin, hace unos 5 años a mi padre le hablaron de una gran oportunidad para poner su propio hospital, pero tendría que ser en Londres. Tuvimos una reunión familiar y decidimos establecernos aquí. Obviamente allá dejamos algunas propiedades y algunas de nuestras pertenencias por si quisiéramos regresar o visitar.
Nunca creímos mudarnos de Rusia, por lo tanto nunca vi la necesidad de aprender inglés o español, mamá nos enseñaba una que otra palabra pero a mí nunca me gustó, luego que viajamos acá tomé clases de ambos idiomas pero soy pésimo. Aprendí de ambos pero aún sigo siendo un poco malo.
Luego de terminar el internado, inmediatamente hice mi especialidad y dos años después me gradué de médico internista. Y empecé a trabajar con mi padre aquí en el hospital, al ser el hijo del director piensan que la llevó fácil, pero no, antes de empezar a trabajar con él le dije que me tratara como un trabajador normal, el acepto y para que me fuera desarrollando más a pesar de ser médico Internista trabajo en todas las áreas.
Ahora me encuentro a punto de tocar la puerta para llevar a los jóvenes al recorrido por el hospital, tocó y segundos después escucho la voz de mi padre pidiendo que pase.
Entro a la estancia y mi padre me presenta.
—Él es mi hijo, Harry Petrov— dice y yo observo unos minutos las personas que están frente a mi hay tres chicos y tres chicas, tengo entendido que son de Estados Unidos pero hay una de las chicas que no tiene las facciones de los norteamericanos al igual que un chico que está a unos pasos de mí.
Ambos me parecen latinos, pero no sabría especificar de qué países. La chica tiene una larga cabellera negra rizada y unos facciones diferentes a las que he visto, no es muy alta ni muy baja, su tez no es clara tampoco muy oscura, me gustaría saber el nombre de ese color de piel. No la miro más ni miro su cuerpo, no quisiera parecer un falta de respeto.
Desvío mi mirada al chico que supongo también es latino, su tez es más clara pero sus facciones también son diferentes.
—Hola, chicos—digo recorriendo mi mirada por el grupo completo.
—Soy el doctor Harry Petrov —Carraspeo llevando mis manos a mi espalda— Seguro mi padre ya les habrá dicho que yo seré quien les un pequeño tour por el hospital —digo y todos asienten a excepción de la chica que supongo es latina, seguro debe estar un poco nerviosa —Bueno no perdamos tiempo, vayamos.
Salimos de la estancia y una chica rubia se acerca a la pelinegra y murmuran algo. Avanzamos por los pasillos del hospital estamos en la quinta y última planta y aquí sólo se encuentra la parte administrativa, aprovechamos y buscamos los pases, ya tienen sus nombres porque hace meses se estaba coordinando el intercambio.
—Bueno, aquí están sus pases— digo y todos miran atentamente—Elijah Gilbert—digo tomando el primer pase.
—Soy yo —dice el chico rubio acercándose.
—Kylie Patterson —La chica pelirroja se acerca sin decir nada.
—Sebastián, Aisha, Stephan y Gretel, Gretel Alcázar —digo y uno en uno se acercan por sus pases, en último lugar se acerca la latina y en mis manos sólo queda el de Gretel Alcázar, ahora supongo que es ella. Se acerca y puedo notar que es una chica muy tímida, mientras viene hacia mi puedo ver disimuladamente su cuerpo, no es delgada pero tampoco con mucho volumen, tiene unas curvas muy marcadas se aprecian a pesar de que lleva puesta la pijama hospitalaria.
Termina de llegar hacia mí y toma el pase entre sus manos, nunca me mira a los ojos, mira hacia abajo o a los lados, yo sin embargo la miro fijamente. Es una chica realmente atractiva, llama la atención aún de lejos, tenerla acerca te hace querer mirarla por horas.
—Gracias—dice tímidamente y se da la vuelta, inevitablemente mi vista se va hacia su trasero y tengo que tragar duro y desviar la mirada, soy muy respetuoso pero joder, no puedo no reaccionar ante semejante cuerpo.
—Bien —digo rápidamente —sigamos con el recorrido.
Los guio por todas las unidades, mostrándoles el hospital y presentando al personal de cada área.
Todos les dan un buen recibimiento, y los jóvenes parecen estar menos tensos que cuando llegaron.
—Bueno, espero que conozcan más o menos las unidades, como llegar, lo que tendrán que hacer y todo eso. El horario de trabajo es de 7:00 Am a 4:00 Pm pero también será rotativo en algunos casos será de 4:00 Pm a 7:00 Am al otro día, como mañana será su primer día vengan en la mañana, cuando estén aquí yo les haré la distribución, ¿Alguna duda?
— ¿Trabajaremos solos o con un instructor? — Pregunta la chica rubia.
—Como sabrán lo más importante es la salud del paciente, los primeros días tendrán alguien que los acompañe y que corrobore su trabajo, luego trabajaran como un médico normal.
—Comprendo— dice la chica.
— ¿Alguna otra duda? — Pregunto y todos niegan— Perfecto, ahora vayan a descansar, mañana tendrán su primer día, espero tengan la mejor de las disposiciones, parte de la responsabilidad de salir siendo los mejores es de ustedes— les digo y vuelven a asentir— Que tengan bien resto del día, les digo y luego se marchan.
Me quedo unos segundos parado en el pasillo antes de irme a continuar con mi trabajo, en el camino veo a Sheila y me desvío del pasillo antes de que ella se percate de mi presencia, no quiero arruinar mi día desde ya.
Me voy con mi primer paciente de la mañana, Carlos, un señor de 50 años al cual lo tuvimos que mandar a amputar la pierna, se hizo una pequeña herida la cual lo llevo a una gangrena que le costó su pierna izquierda.
— ¿Cómo te sientes hoy? —pregunto leyendo su informe del día mientras palmeo su hombro.
—Sin una pierna— contesta riendo, lo bueno es que no se ha deprimido— Lo importante es que la infección se detuvo, ¿cierto doctor? — me pregunta mirándome algo inseguro.
—Vamos, Carlos— sonrío— Sabes que estas a cargo del súper doctor— La infección se detuvo, y si sigues cumpliendo mis instrucciones al pie de la letra, te iras pronto y no tendrás recaídas.
—Así será.
—Ahora la enfermera vendrá a ponerte la insulina, es un buen chico— hablo chocando su puño antes de salir de la habitación.
Continúo atendiendo pacientes lo que queda del día, quisiera saber si algún día me cansare de esto, pienso que será imposible que algún día la medicina deje de llenarme y apasionarme como lo hace. Desde niño siempre tuve claro lo que quería, y nunca me desvié de mi objetivo, y gracias a eso hoy soy uno de los mejores médicos de Londres.

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El Intercambio
Roman d'amourEl intercambio es una historia de amor entre dos profesionales de la salud, dos personas con ideales, pensamientos y culturas distintas, que se envuelven en un romance dulce, intenso y apasionado entre Gretel Alcázar, una estudiante de medicina, se...