Capítulo 4

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Gretel.

A las 6:30am ya estamos en la puerta del hotel esperando que vengan por nosotros. Anoche nos acostamos muy tempranos para hoy poder estar descansados y listos para iniciar el internado con buen pie. Mis nervios han disipado, no es como si nos fueran a llevar al matadero.

Llega un autobús de hospital por nosotros y todos entramos en silencio, siendo el primero nuestro maestro guía, quien empieza a hablar en cuanto nos acomodamos.

—Buenos días chicos, como ya sabrán hoy será su primer día en el hospital, hoy empieza su internado—dice y todos nos damos miradas entre eufóricas y nerviosas—Hoy no empezarán la labor, sólo se les mostrará todo el hospital, se presentarán con el personal y recibirán sus pases.

Nadie dice nada, nos quedamos en silencio durante todo el trayecto. Aisha, Elijah y yo venimos hablando de cosas al azar.

—Chicas —dice Elijah de repente — ¿Cómo Creen que sea el personal del hospital?

—Imagino que son más estrictos que los hospitales de allá, no sé. Solo espero que hallan muchos hombres guapos e interesantes.

— ¡Aisha, por Dios!—digo queriendo reír pero un poco avergonzada por su comentario, parece que estaba pensando en voz alta.

— ¿Que? —Dice riendo —es la verdad, no quiero llegar y encontrar unos viejos panzones, espero tener algo que ver para alimentar mi vista mientras está cansada.

— ¡Estás loca, Aisha! —dice Elijah riendo, al menos todo esto le causo gracia.

—Yo sólo quiero, tener más conocimientos prácticos, usar mis conocimientos—digo pero a la verdad también deseo ver hombres guapos, así sea sólo para mirar.

No soy muy buena a la hora de relaciones amorosas, a mis veinticuatros años he tenido uno que otro novio pero nunca me he sentido enamorada. Me da miedo sentirme dependiente de otra persona, que si tenemos una pelea inmediatamente me ponga triste o malhumorada, y por eso mejor siempre he huido de enamorarme, no me gustaría salir lastimada, trato de mantener mi mente a raya en cuanto a crear lazos sentimentales, soy muy metódica, pienso que eso del amor está en la mente.

—Sí, yo también quiero ampliar mis conocimientos —dice Elijah sacándome de mis pensamientos— Inmediatamente termine el internado, haré mi especialidad en cirugía general.

—Waoo, nunca me habías dicho que querías ser cirujano—digo sorprendida.

—Si—dice tímidamente—Siempre que querido ser Cirujano ¿Y tú, en que te quieres especializar?

—Obstetricia—digo muy segura— Ya deseo traer un primer bebé al mundo.

—Wao que bien— Dice mirándome igual de sorprendido que yo — ¿Y tú Aisha?

— ¿Yo? Mmm pues aún no se— dice con una sonrisa nerviosa—En el camino me decido— dice, y a mí no me queda más que reír por su comentario.

Minutos después llegamos al hospital, y todos nos quedamos sorprendidos al ver lo grande que es. El profesor nos guía hacia dentro y nos encaminamos hasta administración a reunirnos con el director del hospital.

Después de anunciarnos con una secretaría entramos a una gran oficina donde se encuentra un Señor de algunos cincuenta años.

—Buenos días— dice una vez que todos terminamos de entrar, su acento es lo primero en llamar mi atención —Es un placer para mí tenerlos a ustedes aquí de intercambio para que realicen su internado en este hospital —dice el Señor de manera muy agradable —Ustedes son jóvenes de una universidad muy reconocida en Los Estados Unidos y sé que darán lo mejor de sí. Por cierto me disculpan mi nombre es Igor Petrov— dice un poco avergonzado.

—No se preocupe— dice nuestro profesor.

—Los años no perdonan, pensé que lo primero que había hecho era presentarme—dice riendo ampliamente —Bueno, mi hijo está por llegar en unos momentos, él es quien les va a mostrar el hospital, los presentará al personal y los llevará a recursos humanos por sus pases, luego se pueden ir y mañana los esperamos para que empiecen el internado —dice al momento que toma su teléfono y hace una llamada—En unos minutos llega mi hijo.

No puedo evitar sentirme un poco nerviosa, pero he estado así desde el principio, así que trato de evitarlo, han puesto mucha confianza en nosotros, tengo miedo de cometer un error.

Un pequeño golpe en la puerta me saca de mis pensamientos, al momento que el Señor Petrov dice que pase y la puerta se abre, todo mi cuerpo se estremece al ver semejante hombre entrar por esa puerta.

—Él es mi hijo, Harry Petrov —dice el hombre y me quedo tiesa en mi lugar para no soltar un suspiro.

Este hombre parece de todo menos Doctor, es un hombre imponente, con el cabello totalmente negro los ojos son de un color que no logró descifrar pero son los ojos más cautivantes que he visto, me hace querer míralos por horas, tiene unos labios que no sabría describir con palabras y una sonrisa ladeada más allá de lo hermosa y atrapante, todo el denota seguridad, y bien porte.

—Hola, chicos—dice y me estremezco aún más al escuchar su voz, su acento inmediatamente me hace saber que no es inglés pero no tengo idea cuál sería su lengua natal nunca había escuchado ese acento, el de su padre se nota un poco pero no tanto como su hijo, su voz es jodidamente sexy y ronca. Siento que si me habla unos centímetros más cerca me desmayo.

Mentalmente me sorprendo de mis pensamientos, nunca había pensado así de un hombre, pero no me culpo este no es un hombre, es un ser de otro mundo, o si no fue hecho por el mismo Dios en persona.

—Soy el doctor Harry Petrov—Carraspea poniendo sus manos en su espalda —Seguro mi padre ya le habrá dicho que yo seré quien les dé un pequeño tour por el hospital— dice y mis compañeros asienten, yo no hago nada, ni intento moverme —Bueno no perdamos tiempo vayamos.

Salimos de la estancia mientras mi amiga se acerca hacia mí y me susurra al oído —Que tipo que está bueno.

Me río por lo bajo y asiento, Harry Petrov es el hombre más atractivo que he visto.

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