Nunca Seré Tuya

Buenas noches.

Si las miradas mataran Nicolás ya estaría muerto,y el silencio era muy incómodo.

Y lo peor es que yo estoy entre medio.

-Alex ya es tarde qué te parece ir a dormir.

Digo mientras lo empujó hacia las escaleras.

El hace un asentimiento.

Ahora que lo pienso vamos a dormir juntos.

En la misma cama,juntos,casi pegados.

Retiro lo dicho no quiero ir a dormir.

Pero si no lo hago el sentirá que no quiero estar con el.

Y si las cosas llegan más lejos y si lo hacemos y si quedo embarazada,no puedo tener otro hijo no me siento preparada,para otro hijo.

O por dios,si el llegara a querer hacerlo no me podré negarme,el con sólo una mirada hace que me derrita.

Cuando me quise dar cuenta ya estábamos en la puerta de la habitación.

Pero no nos movíamos.

Lentamente lo miró,dándome cuenta que el me está mirándome.

Sus ojos negros tienen un puntito amarillo oro.

Indicando que su bestia está presente.

Eso hace que me ponga más nerviosa de lo que estoy.

Erika respira,tu solo respira.

El levanta la mano y la dirige a mi cabeza.

-Tranquila,no tocar sin tu permiso.

Dice mientras me acaricia la cabeza.

Este hombre es perfecto.

-Gracias.

El me da una sonrisa.

Apuesto que en este momento debo tener las mejillas rojas.

De la nada el me alzó entre sus brazos,estilo princesa.

El empuja la puerta, y cuando ya estamos adentro la cierra con el pie.

Me siento muy feliz.

El me deposita en la cama con sumo cuidado y el se acuesta alado mio.

Alex pone su brazo en mi cadera y me apega a su cuerpo.

Y yo pongo mi cabeza en su pecho.

-Buenas noches Alex.

Susurro.

-Buenas noches Erika.