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Cuando apenas abro los ojos al sentir ruido en la habitación puedo darme que hay alguien aquí, pero como mi vista esta nublada no puedo distinguir quien es.

— Si estuvieras en Alemania con tu padre esto nunca te hubiera pasado — Se escucha cada vez más cerca.

— ¿Erick?

Pestañeo varias veces y logró estabilizar mi vista, definitivamente ese no era Erick.

— Te cogiste a Erick, lo sé, los escuche — Se sienta en una esquina de la cama —. Conmigo gritó más.

Enojado lo miro confundido frunciendo fuertemente las cejas.

— Oh ¿punto débil? — Ríe golpeado el colchón —. Veo que ya caíste en sus encantos de puta barata, que no te sorprenda mi término hacía él, seguramente todos los de acá han cogido con él, incluyéndonos.

Trato de levantarme, pero mis manos están amarradas.

Siento algo en mi pierna derecha que causa un pequeño dolor que va aumentando, levanto la mirada y veo como está trazando en mi pierna con un cuchillo, me muevo, pero solo logro que entre aún más, gimo fuerte de dolor y puedo ver como sonríe.

— Una noche como hoy, Erick andaba por la casa, sonriendo bonito, como siempre lo hace, estábamos los dos solos y aproveché el momento — Subió y bajo el filo del cuchillo aumentando el tamaño de la herida —. Lo apoyé en una de las encimeras de la cocina y quité toda su ropa, hubieras visto su fino rostro llenos de lágrimas suplicándome que no le haga nada — Suelta una carcajada horrorosa —. Eso me excitó aún más y ¡demonios! No sabes como fue estar en su interior...

— ¿L-lo violaste? — Pregunto nervioso mientras un nudo se forma en mi garganta y aguantando el dolor —. ¡Lo violaste maldita sea!

— No es violación si anda de provocativo moviéndose por toda la casa, como la zorra que es — Empuja de nuevo el cuchillo.

Jadeo por el fuerte dolor que tengo.

— ¡Te juro que saldré de aquí y haré que te pudras en la cárcel! — Grito con todas mis fuerzas que quedan.

Mi vista se empieza a desvanecer y el oxígeno se estaba yendo.

— Veamos quien sale de aquí primero — Grité de dolor al sentir que saco el cuchillo de un solo movimiento.

En mi vista todo era negro.

Secuestro | JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora