hermanos...
siempre fuimos eso y no seremos nada más ¿cierto?
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¿quien pensaría que el serio karasuma tadaomi hubiese estado casado? ¿y con hijos? pues se sorprenderán a la llegada de ciertos mellizos con ciertas similitudes a este agente del...
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—por favor únete al club de lectura, cada libro guarda un mundo de imaginación y fantasía fantástico.-tendió un folleto hacia la chica que con cierto fastidio lo agarró
—aun hay vacantes libres para el equipo de básquet, únete karasuma-san.-le sonrió con falsa amabilidad dándole un folleto como la chica anterior, imitando esa falsa sonrisa acepto aquel papel rectangular y alargado
—lo pensaré.-dijo despidiéndose de ella con un leve asentimiento de cabeza.-mmm ya probé básquet el año pasado...
Murmuró mirando el folleto y los colores que este poseía, el naranja era el que más predominaba en las letras, casi todo el fondo y obvio el balón que se usa para jugar este deporte. bajo su mano y sonrió al ver a su hermano rodeado tanto de chicos como de chicas. el siempre había tenido carisma para atraer a las personas a sí que era algo habitual verlo rodeado de gente, en cambio ella, siempre evitaba tener gente cerca y aunque se esforzara en eso nunca lo conseguía, bueno, no del todo. siempre había alguien o algunos que merodeaban a su alrededor
—es increíble cómo se esfuerzan en conseguir gente que se una a su club.-el azabache se acercó a ella.-aveces me parece ver qué es más bien una competencia
—de echo lo es.-elevo su mirada sobre el hombro del chico.-los estudiosos y los deportistas se lanzan miradas de muerte
El chico volteo viendo a dos grupos de estudiantes a cada lado del pasillo, ambos se dirigían miradas desafiantes aunque el de los deportistas parecían más de burla que desafiantes. el azabache sonrió rascando su nuca volvió su mirada hacia su hermana
—jejeje nunca entendí su rivalidad.-suspiro.-¿y bien? ¿te unirás a algún club?
La pelinegra alzo los hombros indicando que no sabía
—no lo sé, tal vez pruebe el club de lectura o me una al equipo de básquet como el año pasado en la escuela de kyoto.-respondió.-¿y tú? escuché que hay un club de natación aquí
—lo se y me adelante, ya estoy inscripto. en la tarde iré a ver la piscina.-sonrio.-es genial poder volver a nadar
—ya veo que tu pasión por la natación no desapareció.-río levemente cuando su hombro choco contra el de alguien ocasionando que a esta persona se le cayera lo que traía en manos.-lo siento
Se agachó junto a aquella persona para poder ayudarle a recoger las cosas en cuanto terminaron ambos se levantaron. encontrándose con unos claros ojos y una hermosa sonrisa perfecta
