¡Un descafeinado, por favor! [YoonSeok]

1- Nuevo empleado

Yoongi odiaba trabajar, llevaba encerrado en aquel restaurante casi cuatro años donde había pasado por casi todos los puestos hasta llegar a uno donde al menos el sueldo no fuera miserable. Min Yoongi era cajero de un restaurante de gente mayor extranjera y vivía estresado por no entenderles cuando hablaban otro idioma, por lidiar con novatos que renunciaban a los dos meses a causa de su estructura con una responsabilidad envidiable se habia convertido en el ogro del restaurante, nadie quería compartir turnos con él incluso saludarlo, cosa que poco le importaba.
"Voy a trabajar, no a hacer amistades. No me interesa." Era la mentalidad fría cual invierno y que solía transmitir a las personas que lo rodeaban, aunque fuera del trabajo con su compañero de cuarto y algun que otro amigo solia ser mas flexible y algo menos tosco de tratar pero ganarse la confianza de Min era algo imposible.
—Buenos días Yoongi— Saludó el jefe de mal humor como siempre
—Buenos días señor Kwon— Yoongi inclino levemente la cabeza a modo de respeto hacia su superior por más basura que le pareciera.
—Hoy entra un chico nuevo como camarero, ya le entregué el uniforme, es un pedido especial así que espero que no lo ahuyentes tan rápido, paciencia Min. — Yoongi respiró profundo, cuando se trataba de alguien nuevo sabía que sería un dolor de huevos explicarle las cosas desde cero pero el resto de los mozos le resultaban unos vagos buenos para nada que si se les exigía con suficiente autoridad podían arrancar como si fueran un auto de carreras, cosa que el a deferencia de otros cajeros si hacía y por eso no lo despedían. Lo que más le estresaba era el trato "especial", cuando era una cosa así significaba que algún amigo del jefe o conocido le suplicaba que le de trabajo a algún familiar, aquella vez donde Yoongi le alzó la voz a JinWoo y este se fue llorando a contarle a su padre casi le cuesta la amistad con aquel hombre a su jefe, en consecuente casi le cuesta su trabajo. "Paciencia Min", claramente no era algo que lo defina pero no tenía opción.
Pronto bajando de las escaleras del vestuario con una camisa blanca como su amplia sonrisa y el delantal largo bajaba Jung Hoseok, de 20 años recién cumplidos.
—¡Hola! Soy Hoseok pero me dicen Seokie~ Encantado de conocerlos.— Min insultó por dentro unas veinte veces. Pudo escuchar esa voz ruidosa desde la cocina del restaurante, claramente al jefe le iba a interesar alguien simpatico para atender al cliente pero eso conllevaba a ser torpe en un 90% de los casos. Finalmente cruzo la puerta de entrada al salón y le sonrió a Min quien se encontraba acomodando el cambio.
—¡Hola! Soy Hose
—Si, ya te escuché.— Cortó Yoongi de inmediato sin siquiera mirarlo, Hoseok enmudeció y su labio tembló como si quisiera decir algo pero no sabía exactamente qué. Yoongi recordó "Paciencia Min" y suspiró.
—Lo siento, estaba contando el cambio y no suelo hablar cuando lo ha...go.— Tuvó que detenerse a tragar saliva cuando miró a Seok, sus hombros eran anchos, su cabello estaba bien arreglado y tenía una pequeña nariz delicada con unos dientes perfectos acompañados de aquel labio inferior que amenazaba con hacer un puchero.
"Es un bebé. Es un jodido bebé" pensó automáticamente, ¿Cómo podía tener ese cuerpo y era carita tan delicada? ¿Cómo podía ser tan bello y tan ruidoso y molesto al mismo tiempo? Era la perfección mas imperfecta que había visto. Yoongi no sabía si horrorizarse o dejarse contagiar de aquella esencia infantil que emitía el menor quien ahora volvía a sonreírle.
—No se preocupe hyung, por favor espero no ser una molestia.— Ese "hyung" sonó con un leve tono agudo que hizo que Yoongi esbozara una pequeña sonrisa al mismo tiempo que se mordía la lengua para no contestarle que iba a ser peor que un grano en el culo.
Una hermosa combinación de sentimientos encontrados tan diferentes como ambas personalidades.