¡Un descafeinado, por favor! [YoonSeok]

2- Torpe

—Hoseok, la comanda.— Era la primera semana desde que Jung Hoseok había obtenido aquel empleo de medio turno y Yoongi sentía que la paciencia que hasta ahora tenía era algo ya milagroso.
Hoseok no se olvidaba la cabeza porque la llevaba puesta, había comenzado con cuatro mesas, solo cuatro y cuando se llenaban aquella carita inocente se llenaba de preocupación y nerviosismo lo cual desencadenaba en un caos para el negocio. Una semana donde Jung ya había roto una copa, volcado media sopa sobre un cliente y casi puesto a llorar cuando Yoongi no había llegado a ser ni la mitad de rudo y exigente que usualmente era.
—Lo siento hyung...— El labio inferior del pequeño gran idiota formaba una pequeña V que derretía de alguna forma el frío corazón de Min quien se sentía arrinconado entre sus principios estructurados y las ganas de apretar aquellos cachetes hasta hacerlo sonreír. Pero el punto es que Yoongi sentía su pecho apretar cada vez que escuchaba el "hyung" del camarero mas joven del restaurante que a pesar de ser un completo desastre extrañamente nadie se había quejado seguramente por aquella amable sonrisa que lucía Jung con pura inocencia, inocencia que q Yoongi le resultaba amenazante a pesar de que era ya legal simplemente no lo parecía.
—¡Hyung!— El menor lo llamó mientras terminaba de ordenar las ultimas mesas vacías después de las cuatro de la tarde y se acercó con cierta timidez y con los ojitos mirando el suelo. Yoongi conocía esa mirada, iba a pedirle algo, posiblemente un adelanto de su sueldo como todos, inconscientemente frunció el ceño ya que detestaba las personas de altos intereses monetarios, recien llevaba una jodida semana no estaba en condiciones de nada. —Puedo pedirte... ¿Un favor?— Otra vez ese puchero seguido de una sonrisa obligo a Yoongi a tragar saliva y querer irse de allí inmediatamente, pero no podía, necesitaba el trabajo, así que solo hizo un ademán con la cabeza indicando que continuara hablando. —¿Puedo compartir un café con usted?— Los labios de Yoongi se entreabrieron un poco quedándose sin palabras, haciendo que la cabeza de Min fuera a mil por hora preguntándose porqué alguien como Hoseok le estaba ofreciendo un café.
—Claro.— dijo tratando de sonar como si de algo casual se tratara cuando en realidad estaba bastante nervioso, la sonrisa que le brindó Seok después de que le aceptara la propuesta lo reconfortó lo suficiente como para devolvérsela.
—Entonces terminaré rápido, ¡Ah hyung! ¡Que sea descafeinado, por favor! — Ahí estaba ese gran dolor de cabeza nuevamente, Yoongi odiaba hacer cafés descafeinados ya que llevaban mucho mas tiempo que un expresso. Tenía que batirlos a mano, agregarle agua y algunas gotas de espuma de leche, miró como Hoseok se apresuraba a terminar y como los platos tambaleaban. "Seguramente lo tome con azúcar y le gusten los cafés con dibujitos. Pues mala suerte Jung, porque ni loco pienso hacerlo." Pensó Yoongi suspirando por décima vez en el día.
Terminó de hacer la caja y se dedicó a preparar los cafés para compartir, a causa de la lentitud e inexperiencia de Hoseok si el turno terminaba a las 4 de la tarde Hoseok terminaba saliendo como a las 5 cuando ya no había nadie y lógicamente atrasando a Yoongi quien últimamente se veía obligado a ayudarlo para salir de ahí adentro mas rápido ya que el tenia las llaves del local. Pero hoy no sería así, Yoongi tenía la tarde libre y por lo visto Hoseok también por lo que merendarían juntos, cosa que le daba un cosquilleo en el estómago horrible a Min quien pensó en un principio que estaba enfermo o algo así.
Preparó su expresso corto fuerte y empezó a preparar el descafeinado con leche de Seokie.
Cuando Hoseok subió a cambiarse Min aprovechó a llevarlos a la mesa cuando se dió cuenta del pequeño gran detalle que había hecho sin pensar.
"Mierda." Dijo mientras escondía su cara entre sus manos y escuchaba justo a su pequeño empleado exclamar completamente emocionado —¡Hyung! ¿¡Le hiciste un corazoncito!?

—Que no. Yo no hago esas cosas.— Contestó rápidamente Yoongi a pesar de tener las mejillas coloradas, tomó la cuchara y revolvió el café ajeno rápidamente.
—Pero hyung... no llegué ni a sacarle foto...— Otra vez ese puchero y esa sensación que Yoongi detestaba del cosquilleo en el estómago.
—No seas infantil Hoseok por favor. —Dijo de forma fría rodando los ojos, a lo cual Seok bajó la vista y tomó asiento sin decir nada. Así que Yoongi dió el brazo a torcer. —Pero la próxima vez puedo mostrarte como se hacen los dibujos para que practiques.— Entonces aquella sonrisa apareció iluminando todo a su alrededor nuevamente sin la necesidad de prender las luces del restaurante. Porque en el fondo, Hoseok supo que Yoongi si había dibujado su descafeinado y que aquellos cachetes colorados no eran por el calor, sino que de vergüenza. "Que adorable..." pensaron ambos al mismo tiempo.