Y ahora es mi turno de decir que mi casa ya no está acá. Nunca pensé que me iba a acostumbrar a los edificios que se levantan imponentes, a los techos sin ángulos raros y otros más bajos, al cemento frío antes que a la madera caliente. Nunca pensé que iba a disfrutar más las montañas cuando no las viera por un año. Que no iba a extrañar tanto a mis papás pero si mucho a mis perras. ¿Cómo iba a imaginar yo que al final iba a querer volver a esa habitación de paredes blancas más que a mi cama de dos plazas?
De igual forma cuando voy y vuelvo me doy cuenta que no quiero estar en ningún lugar. Me adapto a los dos, me duermo en cualquier cama y escribo en todos los escritorios, pero nunca encuentro mi lugar en ninguna parte; voy de uno a otro como esas chicas solitarios de cama en cama.
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ME DA VERGÜENZA AJENA
Storie breviMe da vergüenza ajena todo lo que pienso y escribo. (Ajena porque me da vergüenza a mi y entiendo la vergüenza que les daría a otros si me leyeran.) •Donde escribo cosas cortitas sobre sentimientos que no entiendo y cosas que no pasaron (que yo se...