Capítulo 10

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Llegó la hora de la entrevista, acababan de llamar a Hisoka. Yo estaba dando vueltas con Illumi, preguntándole cosas random:

-¿Duele que te pongas esas agujas de Nen? 

-No, pero a ti sí que te dolería.

-¿Cómo se siente tener tantos hermanos?

-La familia es lo único que importa -respondió más seco que un palo.

-No lo veo así, -suspiré, ahora que lo pensaba, mi familia estaba muerta- las amistades son importantes, ahora mismo, eso es lo único que me sujeta.

-¿Están muertos? -fue su turno de interrogatorio.

-Sí.

-¿Cómo?

-Simplemente llegué un día a casa y ahí estaban -me encogí de hombros.

-#116 Akira, que pase la siguiente.

-Nos vemos, Gittarackur -me despedí, corriendo en dirección al despacho raro.

Llegué y abrí la puerta.

-Buenos días -le sonreí.

-Buenos días, por favor, toma asiento.

-Claro.

-¿Por qué quieres ser Cazadora?

-Creo que porque quiero probar cosas nuevas y no me costaba nada intentar el examen.

-Interesante, ¿hay algún aplicante que esté en tu punto de mira?

-Sí, por supuesto, el #405, el #99 por ejemplo, junto al #44 y al #301. Me caen bien, además el desenlace de esta última fase resulta prometedor...

-¿Con cuál de los aplicantes no quieres luchar?

-Con Gon, con Killua, con Kurapika, Hisoka obviamente y Gittarackur. Que sí, que me caen muy bien y todo lo que tú quieras, pero no tengo fuerza suficiente como para vencerlos en una pelea. Pero si hay que luchar, se lucha -mi sonrisa mostraba mucho cinismo en aquel momento.

-Entiendo, gracias por su paciencia.

-Por cierto, el tipo de pelea que quiere hacer es muy interesante... -fue lo último que dije antes de salir, dejándole con la palabra en la punta de la lengua.

Salí de allí, mientras oía a Beans llamando a Illumi. Yo me fui a buscar a Hisoka, estaba muy cansada y, por raro que pareciese, me había ganado su confianza, aunque obviamente no me diría que pertenecía a la Araña, no es algo que decir a la ligera.

Lo encontré media hora más tarde, hacia el atardecer. Iba a entrar a una habitación, ya que nos habían dado llaves para habitaciones compartidas. 

-¡Payasito! -lo llamé, se giró hacia mí.

-Frutita -asintió a modo de saludo.

-¿Esperamos a Gittarackur? -pregunté, supuse que compartirían cuarto.

-Está detrás tuyo -comentó divertido.

Pegué un pequeño grito al ver su cuerpo deformado, luego suspiré pesadamente.

-Frutita, ¿cuál es tu cuarto?

Miré el llavero de la llave y leí el número en alto:

-124.

-La nuestra, pasa -me dejó espacio en la puerta.

Entré, había tres camas divididas por mesitas de noche, una puerta que conducía a un baño con ducha.

-¡Me pido la ducha! -grité.

Corrí hacia el baño y cerré con todos los pestillos que la puerta poseía, que eran dos. Me quité la ropa y la metí en la riñonera. Me duché, relajando mis músculos y lavando mi cabello, que me llegaba hasta el trasero. 

Salí de la ducha y miré qué ropa tenía. Vi un maillot y puntas de ballet, aquello me bastaría para la batalla. Luego vi unas mallas, -obviamente muda de ropa interior-, una camiseta y la chaqueta de Yurio. 

Me los puse y salí con el pelo mojado. Para mi sorpresa, la riñonera ahora era azul para no desentonar con la ropa. 

-Siguiente -dije en voz alta.

-No nos vamos a duchar -dijo Hisoka.

-Estás loco si piensas que pienso pasar aquí la noche siendo la única que huele bien, así que, Hisoka Morow, ya estás tardando en meterte en la puta ducha.

Levantando las manos a modo de rendición y con cara inocente entró en la ducha. Ella observó el rostro de Illumi, estaba sentado y en paz, aquello hizo sonreír a la chica, Illumi, Hisoka y Chrollo eran sus personajes favoritos.

Me acerqué a él, avisando de que no haría nada, pero toqué su cabello, lo que provocó que él se girara bruscamente hacia mi.

-Solo te iba a peinar -saqué un peine de mi espalda- examínalo si quieres.

Él negó la cabeza y volvió a su expresión tranquila, yo comencé a peinarlo, pero él me cogió de la muñeca:

-Antes muerto -repitió sus propias palabras.

-Vale -hice un puchero. 

Me fui a la cama de su derecha, la que estaba pegada a la pared y me tumbé en ésta.

-Sabes que lucharemos, ¿cierto?

-Era lo más probable -contestó secamente.

-Eres muy seco y borde.

Hisoka salió con la ropa interior puesta, no hizo falta decirle a Illumi que era su turno.

-Sabes que la ropa existe, ¿cierto? -le dije algo sonrojada por lo que veía.

-Si te gusta -afirmó.

-No lo niego, pero me resulta incómodo -hice acopio de fuerzas para no irme a su cama y tocarle los músculos.

Él soltó una sonora carcajada, mi comentario le había resultado gracioso.

-No te duelen las heridas, ¿cierto? -pregunté, habiéndome acercado a él y tocando su hombro derecho, donde tenía la herida.

-No, pero ¿y si jugamos a los médicos? -se puso encima mío.

Le pegué una patada en sus partes con toda la fuerza que poseía, mandándolo así a la cama de Illumi. Éste salió de la ducha.

-Ponte ropa -le ordenó- y sal de mi cama.

Con un bufido, se puso su ropa y regresó a su cama. Yo simplemente me metí en la mía e intenté conciliar el sueño, mañana sería un día muuuuy largo.

[¡¡¡¡CANCELADA!!!!]¿Esto es una broma? [Hunter X Hunter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora