Un segundo

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Llegamos hasta la plaza mayor de Madrid, mi destino, él me bajó la maleta y ambos intercambiamos nuestros números. Ya que yo acababa de llegar allí y no conocía a nadie más,  él sería un gran apoyo.

Me ayudé de mi teléfono para encontrar la calle en la que había alquilado mi nuevo "hogar ".
Llegué algo cansada y lo único que me apetecía era quitarme los zapatos y descansar, ya ordenaría la ropa más tarde.
Era un edificio antiguo pero a la vez muy bonito, no había mucho ruido solo el de coches , ambulancias, sirenas de policía y alguna otra cosa más.  Lo más gratificante era que estaba insonorizado y si cerraba la ventana doble ya no lo escucharía.

Me tumbé en el sofá un ratito. Eran las 5 de la tarde y hacía un calor horroroso pero aun así decidí bajar a el supermercado de la esquina a comprar unas cuantas cosas. A lo lejos vi a un muchacho alto y para ser sincera bastante guapo. Me acerqué al supermercado y allí estaba el de pie sujetando un perro que pese al ser muy pequeño era todo furia. El perro no para de ladrarme y yo me sentía muy incomoda.  Él se acercó a mi y empezamos a hablar del perro( a mi me encantan los animales y si van acompañados más ).

Tan solo tu y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora