Entre mil piezas || 🍂

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Miriam
Como un día más, ando descalza por casa, ya que al gracioso de mi hermano, no se le ocurre otra cosa más que esconderme mis zapatillas de león, siempre lo mismo, como de costumbre las veo metidas debajo de mi cama.

- ¡Joder Luis! - se había escondido detrás de mi puerta y al salir lo vi, por lo que me asusté - la próxima vez escóndemelas en otro sitio, que ya me aburre encontrarlas a la primera - le digo guiñándole un ojo.
- Joe, es que cuando eras pequeña, no las encontrabas
- ¿Por qué será? ¿No crees que he podido crecer un poco?
- Puede, pero pensaba que seguías siendo igual de tonta jeje - tras decir esto se gana una colleja por mi parte - oye, ¡que no me pegues!

Con esto empezamos a tirarnos cojines que acabaron conmigo encima de la cama y él haciéndome cosquillas.

Luis es 2 años mayor que yo, tiene 18 años recién cumplidos, pero seguimos teniendo la misma buena relación que hace unos años, digo de hace unos años porque de pequeños no nos llevábamos para nada bien, siempre andábamos haciendo trastadas. Aunque digo que ahora nos llevamos bien, no quiere decir que no sea un pesado, y que de vez en cuando tengamos nuestras discusiones.

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- ¡Miriam y Luis, bajad a poner la mesa! - gritó nuestra madre desde la parte de abajo de la casa.
- ¡YA VAMOS! - sí, en esta casa siempre se hablaba a gritos.

Mientras comíamos, mi madre nos dijo que tenía que contarnos algo.

- A ver, el año que viene, al fin volveremos a Madrid, por lo tanto volveréis al instituto y la universidad a la que ibais antes, como tenéis que hacer matrículas, es preferible que las hagamos allí, la semana que viene ya nos vamos - nos anunció nuestra madre, por lo que a Luis y a mi nos salió una sonrisa de las más grandes que habíamos tenido en los últimos años.
- ¿Y a qué viene ahora ese cambio, mamá? - preguntó mi hermano, que no le bastaba con saber que por fin nos íbamos a reunir con nuestros amigos de siempre.
- A tu padre le han vuelto a ofrecer trabajo en la empresa de siempre, y ya sabemos que eso de vivir toda la vida aquí no iba a ser posible por la carrera de tu hermana, así que cuánto antes cambiemos de aires, mejor - yo desde muy pequeña había querido estudiar artes escénicas, y mi madre sabía de sobra que estudiar una carrera como esa en Galicia, era bastante difícil porque no conseguiría tantas salidas como podía haber en Madrid.
- Gracias mamá, te quiero mucho - dije acercándome a ella y dándola un abrazo, al que el bruto de mi hermano se unió haciendo que chocásemos mi madre y yo las cabezas
-¡AY! - gritamos mi madre y yo
- Perdón... princesitas...

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Tras estar hablando un rato sobre el viaje, mi hermano y yo subimos corriendo las escaleras hacia nuestras respectivas habitaciones, lo que casi provoca un accidente debido a las carreras constantes por las escaleras, lo primero que hice fue llamar por teléfono a mi mejor amiga desde pequeña, Aitana, tenía la misma edad que yo, y siempre fuimos a la misma clase, hasta que nos tuvimos que separar porque yo me vine a Galicia, éramos muy diferentes, ella era como mi hermana pequeña y siempre me tocaba cuidar de ella cuando salíamos de fiesta, o cuando teníamos que estudiar.

- ¿Miriam? - preguntó Aitana al otro lado del teléfono
- ¡Aitana! - exclamé yo
- Muy importante tiene que ser lo que me tienes que contar para llamarme gritando, y no escribirme un whatsApp
- ¡Que la semana que viene vuelvo a Madrid! - grité, dándola la noticia

Holaaa, bueno este es el primer capítulo, siento que sea un poco pesado y aburrido, simplemente era para introducir un poco la historia.
Tras el bucle de "todas las flores" wariam de ayer en Andorra, he de decir que por aquí habrá un poco de todo, ya veremos cómo desenvuelvo esta historia.
No sé si alguien leerá esto, pero si hay alguien, gracias por leerlo, e intentaré subir algo nuevo pronto, e ir mejorando escribiendo 😅🤞🏼