Entre mil piezas || 🍂

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Primero de todo quería dar las gracias a los que votáis y comentáis, porque de verdad que da muchísima fuerza y ánimo para seguir escribiendo, ¡gracias!

Ana ya estaba dispuesta a meterse en la cama, mañana tenían examen y necesitaba dormir sus horas para poder rendir al otro día, pero la llegó un mensaje que hizo que se la quitase todo el sueño que podía llegar a tener en un momento.

Berberechos ✌🏼

Roi 🙃
- CHICOOOOS
- Que Miriam y yo estamos juntos!
- Os lo tenía que decir ya 🎉

Miriam 🖤
- Joe Roi, qué vergüenza

Cepeda 🤟🏼
- Mas te vale no contarme todo lo que hagas con mi hermana.
- Te corto los huevos
- Avisado quedas

Miriam 🖤
- Ya vaaaleeeeeee
- Gracias

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Ana no quiso leer más, no se veía capaz, por lo que fue a dejar el móvil en la mesita que tenía al lado, pero no, el móvil se le iluminó con la llamada de su Aitana.

"Más no, por favor." - se dijo a sí misma.

- ¿Sí? - contestó la canaria

- Ana, te llamaba para saber si estás bien.

- Sí, la verdad me encuentro genial, Roi esta saliendo con la chica que me gusta, bueno, me encanta mejor dicho, les voy a ver día sí y día también en el instituto morreándose, pero bueno, que más puede pasar, me encanta esta situación que me toca vivir.

- Ana, lo siento, pero si te sirve de algo, yo voy a estar contigo.

- Gracias Aitana, pero ahora si no te importa voy a seguir con mis quehaceres.

Mentira, eso era mentira, nada más colgar, lo único que hizo Ana fue derrumbarse en su cama y comenzar a llorar, todo se le estaba escapando de las manos, Roi había conseguido su objetivo, estaba con la chica más guapa y maravillosa que había conocido, y ella, ella simplemente podía verlos desde la distancia, y observar lo felices que iban a ser mientras aquello durase. Todavía no les había visto juntos, pero fácilmente podía intuir que Miriam no era de esas de echarse un novio cualquiera por tener algo de lo que hablar, alguien de quien acompañarse.

No hasta la fecha.

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El curso fue transcurriendo con normalidad, desde que la relación de aquellos dos empezó, todo había ido bien, para ellos había ido bien.

Ana sin embargo los miraba desde afuera, cada día más lejos, cada día más separada de la persona a la que quería, y cada día, más enamorada.

Miriam en su línea de buena estudiante, mejor amiga y compañera, dándolo todo por nada, pero saltándose detalles que a su vista no llamaban la atención.

Y Aitana sí que se daba cuenta de todo lo que estaba pasando, se percataba de todos y cada uno de los pensamientos de la morena, cosa que la asustaba, pues cada día la veía más desanimada, y más triste que el día anterior, y aquello sólo podía tener una única razón, y las dos sabían muy bien cuál era.

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- Enamorada hasta las trancas.-Esa fue la respuesta desanimada que Ana le dio a Aitana cuando entraron por la puerta del instituto y la pequeña le preguntó por su estado.

Estas preguntas, aún sabiendo la respuesta cada vez eran más habituales, ya que la del flequillo tenía la esperanza de que algún día este estado constante cambiase a mejor, aunque solo fuese un poco. Había muchas opciones para que aquello pudiera cambiar, pero se necesitaba un impulso, o quizás suerte y estar en el momento adecuado, en el sitio adecuado.

Pero Ana tenía otros planes, ya pasaba de intentar encontrar el momento del día para pasar un rato con Miriam, estaba harta, por lo que en su cabeza tenía claro e iba a intentar darse su espacio, no pensar, evitar las situaciones, y si el vínculo se acababa rompiendo, sería lo que habían buscado.

Ella lo intentó, de verdad que lo intentó.

Pero hoy no iba a ser el día, lo supo cuando vio aparecer delante de ella aquella melanaza rubia que conocía tan bien.

- ¡¡¡¡¡Pero Ana!!!!!

- Qué. - Contestó la canaria lo más borde posible y siguiendo su camino.

- ¿Pero qué te pasa?

Bueno pues hasta aquí el capítulo, la verdad espero que os esté gustando, este ha sido un capítulo de transición y los siguientes un poco también, espero que os guste, y que me perdonéis por no actualizar todo lo que me gustaría.
Se viene, veremos el qué.