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Con lo poco que a Miriam la gustaban los grupos, la acababan de meter en otro, abrió el whatsapp y se encontró con el nombre: berberechos✌🏼; el grupo estaba formado por Luis, Aitana, Roi, un número desconocido y ella misma. Entró en el perfil del único que no tenía agregado y vió a Ana sentada en una pared con el mar de fondo "qué foto más bonita." pensó

— ¿¡Pero qué las pasa!? - escribió Miriam en el nuevo grupo, igual se pensaban que se iba a leer todos estos mensajes, para empezar bien la mañanita

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Cada día estos 5 eran más inseparables, todos los días hablaban aunque fuese de tonterías. Y hoy no iba a ser menos por lo que decidieron hacer una barbacoa y acampar allí.

Llegaron todos a la vez, y se pusieron manos a la obra, Luis y Roi se encargaron de ella, aunque con algo de ayuda de Miriam ya que ellos no fueron capaces ni de encender el fuego.

Desde una mesa detrás de la barbacoa charlaban Aitana y Ana, esta última más que escuchar lo que la menor le contaba sobre la visita de sus tíos desde Barcelona, estaba empanada con la mirada fija en la gallega, no sabía qué la pasaba pero últimamente era como si la rubia tuviese un imán que no permitía que Ana despegase sus ojos de ella.

— Ana, tía... ¡¡no me estás haciendo ni caso!!

— Sí sí, que tus tíos se han quedado unos días y tus padres querían que te quedases con ellos y tal.

— Bueno sí, pues eso. - cuando Ana oyó que la catalana seguía, su cabeza hizo un click y volvió a desconectar.

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— Con todo lo que hemos tardado en hacerlo, y no ha durado en el plato ni un segundo oye. - dijo Miriam

— Bueno pues ahora tendremos que buscar otra cosa que hacer - respondió Roi

— ¿No te has traído hoy la guitarra, Miriam? - preguntó con entusiasmo Aitana, Ana sin embargo se quedó con la boca abierta

— Sí...

— ¿Y a qué estabas esperando para tocarnos algo? - Aitana siempre había admirado a Miriam en todos los sentidos, pero eso de que cantase y tocase la guitarra de aquella manera la parecía increíble.

— Pero Miriam, ¿tocas la guitarra? - se atrevió a preguntar Ana

— ¿En serio no lo sabías? Madre mía Ana, tienes que escucharla es la leche.

— Bueno Aitana, ¡¡¡¡ya te estás pasando eeeeh!!!!

— Jo, pues podíamos cantar algo, que a mi de pequeña me encantaba... - ni Ana sabía cómo se había atrevido a decir aquello, pero cuando se dio cuenta se sonrojó muchísimo.

— Pero bueno Ana, como te lo tenías callado... - dijo Aitana dándola un pequeño golpe en el hombro - ¡venga cantadnos algo las 2!

— ¿Pero qué? - preguntó la gallega - Si no hemos cantado nunca juntas, no nos sabremos ni las mismas canciones

"Piensa Ana, llevas mucho tiempo en una escuela de canto alguna canción tienes que saber..." pensaba la canaria lo más rápido que podía.

— Ya sé... - dijo la morena haciendo que todos los ojos se posasen en ella para que siguiese - En la escuela me encantaba cantar "Todas las flores", igual esa nos la sabemos las dos...

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Al final Miriam se levantó de donde estaba sentada y su hermano cogió la guitarra para que empezase el espectáculo con ambas chicas de pie.

— Todas las flores que salen a embrujar las amores, y despiertan mis ilusiones dicen que vendrás. - Miriam empezó cantando haciendo que Ana se sorprendiese, imaginaba que lo fuese a hacer bien, pero tenía una voz maravillosa

— Y voy a esperarte con el alma llena de empeños, y el sabor que tienen los sueños que puede alcanzar.

—Si este es al camino que trace contigo...

— No mires atrás, que hay que continuar...

— Tantas veces me he perdido y dentro de tus ojos me he vuelto a encontrar.

— Tantas veces me he caido y con tu mano yo me he vuelto a levantar.

— Y tu apareces como la luna nueva que crece y aquello que dormido parece, hoy vuelve a despertar.- Realmente Miriam en estos momentos pensaba eso, pensaba que nadie más que sus amigos podría quererla, pero Ana llegó y desde ese momento sintió que su cariño también la pertenecía.

— Y voy a escribirte una cancion de brazos abiertos, de corazones esperanzados para poder cantar.

— Si esta es nuestra suerte- La rubia miró a Ana pidiéndola que siguiese

— Me alegro de verte.- cantó Ana afirmando con la cabeza

—Volvamos a empezar la historia una vez mas. - Miriam decidió unirse a la voz de Ana, sorprendiendo a todos con lo bien que quedaban sus dos voces unidas, incluso ella misma se sorprendió.

—Tantas veces me he perdido, dentro de tus ojos me he vuelto a encontrar.- Siguió Ana

—Tantas veces me he caído, con tu mano yo me vuelvo a levantar.

—Tantas veces me he perdido...- De verdad Ana sentía que se estaba perdiendo.

— Dentro de tus ojos me he vuelto a encontrar.

—Con tu mano yo...- Miró Ana a Miriam

— Me vuelvo a leevantar- Volvió a unirse Miriam a Ana en la parte más emotiva de la canción

— Tantas veces me he perdido- Miriam dio un paso uniéndose más a la morena

— Dentro de tus ojos me he vuelto a encontrar- Ana dio otro paso al frente, lo que no sabía la rubia era que Ana en esos ojos color miel se perdía a menudo.

— Tantas veces me he caído.

— Con tu mano yo me vuelvo a levantar.

— Con tu mano yo me vuelvo a levantar...- pronunció Miriam dando la mano a Ana, haciéndola sentir un escalofrío desde la punta del dedo hasta la del pie, pasando por la columna.

— Con tu mano yo,- La voz de Ana se rompió en ese instante, Miriam dándose cuenta de unió por última vez a ella

— Me vuelvo a leevaantar.

"¿Qué hago me voy de aquí?"  La cabeza de Ana no paraba de dar vueltas, no podía más la mano de Miriam y la suya entrelazadas no la estaban ayudando.

Entre mil piezas ||  🍂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora