Algo muy inesperado

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Puff, no sabia que hacer. En parte me quería ir a verlo, pero por otra parte no.

Ya eran las diez y media, no sabia que hacer.

¿Voy o no? ¿Voy o no? ¿Voy o no?... es la pregunta que me hago. Necesito ir, yo ya no quiero más estas peleas con mis padres, pronto le tengo que decir a mis padres todo...

Decidí ir a verle no podía más, ¿me habré enamorado de el? Es que las ganas que tengo de verle son tan inmensas.

Ahora me tengo que inventar alguna escusa para que mis padres no me castiguen.

Yo: Papá... esta tarde al salir de casa me encontré con una chica, del cual.nos hicimos muy buenas amigas, y pues antes de llegar a casa me dijo de quedar hoy a las once en el parque que hay cerca de casa. Por favor, ¿puedo ir? El castigo puede servir como para ayudar a mamá en las tareas de casa y cosas de esas durante una semana si quieres, pero dejame ir.

Papá: Umm... no se que hacer. Menos mal que me has pillado de buenas maneras que si no... Pero solo hasta las 11:30 y como te tardes demasiado veras la que te va a caer encima.

No me lo podía creer, mi padre me dejo salir. Ya eran las once menos cuarto y subí a mi habitación corriendo para cambiarme e ir bien bonita.

Salí de casa, y allí, sentado en el banco estaba el. No paraba de mirarme, sus ojos, su pelo, su sonrisa, me mataban.

Se levantó de banco, me dio un abrazo y dos besitos en la mejilla.

Jesús: Que bonita eres...

Yo: No creo, pero con que me lo digas tu me basta.

Jesús: Tengo que decirte una cosa... Desde que te vi me enamore completamente de ti. Ya se que es algo que no te lo puedes creer. Necesito tu respuesta.

Yo: Nunca pensé que iba a llegar este momento. últimamente no e parado de dejar de pensar en ti pero... quiero conocerte mejor. ¿No crees que a sido todo demasiado rápido? Solo habrán pasado 12 horas.

Jesús: Yo pienso lo mismo.

Yo: Pero tu ya sabes mi problema, mis padres y mi hermana...

Jesús: No te preocupes.

De nuevo se me saltaron las lágrimas de los ojos. Jesús me dio la mano y me abrazo. Era un abrazo muy largo y precioso. Ya era tarde y me tenía que ir. Me separe de el y al girarme para irme a mi casa me cogió de la mano y me dio un besito en la boca.

Me fui muy sonrojada a mi casa. No me lo podía creer.

Contigo hasta el finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora