2. Señor Pingüino

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YonKoon había empezado a adaptarse a la guardería. Estar con más niños y niñas de su edad le habían vuelto más extrovertido. Llegaba a casa cantando canciones diferentes a las de los programas de televisión. Conocía nuevas palabras , nuevos colores, más  números y sí, terminó siendo un buen lugar para YonKoon.

ChanYeol pasaba por YonKoon todos los días a las cuatro y media de la tarde. Había sido así durante los cinco meses que llevaba YonKoon de asistir a la guardería.
Las maestras le decían que era un niño obediente y eso era un alivio, hablaba de lo mucho que sus esfuerzos por educarlo, estaban teniendo buenos resultados.

A pesar de que no podía quejarse por el servicio que ofrecía la guardería, había algo que a ChanYeol le parecía curioso. Su hijo siempre que mencionaba a un tal "Señor Pingüino" sus ojos (grandes como los de él) brillaban al recordarlo, que el Señor Pingüino esto, que el Señor Pingüino aquello y esa insistencia en mencionarlo diariamente, cultivó en ChanYeol mucha curiosidad. Por un lado estaba bien; es decir amaba con todo su ser el rostro feliz de YonKoon, pero por otro lado, esa felicidad no la provocaba él. De algún modo sentía como si estaba siendo desplazado por alguien desconocido ya que no lo conocía aún.

Y eso si que no.

Lunes por la tarde, ChanYeol fue por YonKoon, decidido a conocer a la adoración de su propio hijo. Entró a la guardería percatándose como algunas mamás le observaron con sonrisas que ChanYeol conocía muy bien, era parte de un coqueteo "sutil". Algo que ChanYeol había notado siendo padre soltero, es que era como un imán para las mujeres. Si salía al supermercado, la farmacia,la gasolinera, el parque, la heladería donde sea que fuera, atraía la mirada de mamás. Al principio lo atribuyó a su peculiar tono de cabello morado, sabía que era inusual pero se consideraba de las personas que cambiaban su look constantemente por mero placer de hacerlo .

A YonKoon le encantaba, decía que le recordaba al algodón de azúcar. Pero no era su cabello, era el encanto paternal que florecía al estar con su hijo. Estaba acostumbrado y lo que hacía era devolver las sonrisas o miradas; sin embargo las mujeres ya no llamaban su atención, no como antes. Su bisexualidad se había inclinado más a un solo sexo, eso era lo que tenía claro luego de rechazar mujer bella tras mujer bella.

Encontró a su pequeño en el "Salón de Cuentos" dormido en colchonetas  al igual que los demás niños de la guardería. No supo que hacer, claramente no despertaría a su YonKoon. Tendría que esperar.

Aprovechó ese lapso para completar su búsqueda.

No le llevó nada de tiempo, ya que inesperadamente, frente a él se encontraba un hombre joven disfrazado con  traje de pingüino.

ChanYeol sintió tanto tiempo transcurrir mientras evaluaba  el físico de ese hombre pingüino.

Era... Era... Deslumbrante.

Se perdió en las mejillas brillantes, en el rostro amable. En los ojos con esclerótica tan abundante que los hacía parecer inmensos, en las cejas gruesas resaltando aún más los ojos, en sus labios... ¿Era eso un corazón?

— Hola hum ¿Está bien?

ChanYeol escuchó a lo lejos una voz sedosa hablándole.

— ¿Eh? Sí... No... Sí.

Reconoció ChanYeol un poco apenado.

— ¿Seguro?

Ese sujeto... Wow...

ChanYeol se sintió tan tonto frente a ese desconocido. Muy perdido viendo cada detalle.

Antes de contestar, se percató que incluso su altura era atractiva. Pequeño, muy pequeño.

— Sí, solo... Lo siento. Soy Park ChanYeol, el padre de YonKoon.

Se presentó ágilmente.

— Mucho gusto señor Park.

— Imagino que el Señor Pingüino que tanto quiere YonKoon eres tú... ¡Quiero decir  usted!
Entonces él sonrió.

ChanYeol presenció una de las sonrisas tímidas más tiernas que jamás haya visto en alguien. Bueno, después de YonKoon, claro.

— Sí. Doh KyungSoo, profesor a cargo de la guardería.

— No lo había visto antes.

Era verdad, ChanYeol hasta hace poco supo de su existencia.

— A veces no puedo estar aquí pero últimamente he estado más con los niños.

— Gracias por cuidar de él.

— Es un niño encantador. Además es de los mejores portados. No hay queja señor Park.

— ChanYeol, por favor.

De nuevo sonrió... esa sonrisa... Joder.

— Si desea puede llevarse a YonKoonie.

— No, prefiero que despierte por su cuenta.

— De acuerdo. Debo retirarme Señor Park, es decir ChanYeol.

¡No! Espera... ¿Por qué? ¿A dónde vas?

— Hasta luego.

Se despidió.

ChanYeol observó hasta que entró a una puerta que desconocía de que era.

Permaneció viendo en esa dirección cayendo en cuenta  que hace mucho no se sentía así de flechado por alguien. Dudaba si estaba bien ya que podía tratarse de solo algo pasajero pero mientras averiguaba eso, admitió lo mucho que le gustó el aclamado señor pingüino.

En ese momento, entendió por completo a YonKoon.

🐧

Ustedes saben que me gusta actualizar rápido ¿Verdad? Sólo en caso de que se pregunten, los capítulos no serán todos cortos. Más de uno saldrá kilométrico... ok no tanto así :'B pero si habrán extensos 😊

Penguin Daycare ✧CHANSOO✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora