Ella no sabía que nos conocíamos.
Tú tampoco sabías que éramos amigas.
Os sorprendisteis al descubrirlo.
Estuve con vosotros toda la tarde, y fue muy duro.
Siete susurros al oído, diecinueve besos y miles de sonrisas compartidas.
Cada vez que os miraba, moría un poco más.