Observo como Juan traza líneas en su cuaderno. Me gusta ver a mi amigo dibujar, me relaja. Hace que toda mi atención solo se fige en una cosa: en el dibujo. Línea, curva, círculo, curva, círculo, línea... En pocos minutos se puede ver el trazo de un dragón sobre el papel. Me enseña el resultado final. Le ha quedado super bien.
Mis compañeros y yo estamos esperando a nuestra profesora de música en el pasillo del instituto. Esta profe nunca llega a tiempo, así que la mayoría de las veces me tomo esta clase como un "descanso".
Los demás cursos ya han empezado con sus respectivas materias. Miro al frente. Me encuentro a mi compañera Lucía mirándome fijamente. Ninguna de las dos dice nada. Entonces, sin dejar de mirarme, Lucía levanta su mano derecha y chasca los dedos ¡chas!
Todas las luces se apagan. Y cuando digo todas, es todas; estamos completamente a oscuras. Me quedo un poco desconcertada (al igual que todos, supongo). De repente, en plena oscuridad, arrasando cualquier gemido de histeria proveniente de mis compañeros, se oye un grito ensordecedor que nos deja a todos tiesos. Yo me aferro al brazo de Juan totalmente aterrada. Otro grito. Este dura más que el anterior y se escucha más próximo a dónde estamos nosotros. Seguramente proviene de la clase de al lado. Nadie se atreve a decir nada. Estoy temblando. Tercer grito. Viene del piso de arriba. Siento que las ondas chocan fuertemente contra mi cabeza. Cuarto grito. No se como aún mis tímpanos no han estallado. Me tapo los oídos con las manos, pero no amortigua el ruido para nada. Cuando estoy a punto de perder la cabeza, se encenden las luces y todo se queda en silencio.
¿Qué había sido eso? Miro al frente. Se me hiela la sangre. Lucía no esta. En su lugar, se encuentra una pequeña papel pegado a la pared. Me acerco hasta allí y lo cojo. Puedo que ver que tiene algo escrito. Me estremezco al notar que lo que ha utilizado para pegar la nota es sangre... Con un poco de asco, me meto el papel en el bolsillo del pantalón.
Volví al lugar donde estaba antes. Le iba a enseñar la nota a Juan, pero me he dado cuenta de que este estaba abriendo las aulas con algunos compañeros míos, sólo para ver si todo el mundo esta bien. Decido ayudarles. Cuando llego, oigo que todos están discutiendo.
- ¿Como no se va a abrir pedazo gafe?- le grita David a Marcos.
- Pues como que no se abre.- contesta este, haciendo fuerza con el manillar.
- Esperar.- dice Nieves. Saca una orquilla del pelo y la introduce por la cerradura. Hace un clic, indicándonos que se ha abierto, pero esta sigue atascada. Entonces Blanca se pone en frente de la puerta y le da una patada. Y otra. Y otra. Al fin, la condenada se abre del todo. Entramos todos al aula. Nos quedamos blancos. No hay nadie dentro.
Pasa lo mismo con las demás. Están todas vacías. Al final, volvemos al pasillo. Entonces me doy cuenta que sigo con la notita en el bolsillo del pantalón. La cojo y la miro. Pone algo: ¡Chas!
Las luces se vuelven a apagarJuan: JaviWuXiaoJian
Blanca: letras_de_amor
Nieves: NivesSnow
Perdón, es que se me había olvidado ponerlos jejeje😅
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Cuaderno de Cuentos
AléatoireAquí os dejo historietas que se me van ocurriendo ~°~•~°~•~°~•~°~•~° 》Todos los derechos reservados《