Día 4: Fantasía AU

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Sus delgadas manos se helaron al tocar la fría agua que corría en el río. Aún ni amanecía y era normal que el agua no calentara.
Bebió un poco de entre sus manos, y se lavó el rostro con rapidez. Debía regresar rápidamente antes de que Katsuki despertara. Guardó un poco de la fresca agua en un pequeño envase de barro y comenzó a correr hacia la cueva donde durmió la noche anterior.

— ¿Dónde estabas? — Katsuki alzó la ceja con enojo — Si algo te pasa el rey Utsushimi me mandará a matar.

— Ya estoy aquí — dijo Camie con un poco de cólera en su voz mientras se sentaba sobre una piel de tigre cazado especialmente para ella.  Realmente le molestaba que  Katsuki no se preocupara sinceramente por ella a pesar de que llevaran tantos meses de viaje juntos.

— Mandé a Kirishima a buscarte, cuando regrese nos iremos.

Camie asintió sin mirarlo. Apretó  el el envase de barro sobre sus manos y recordó el porque lo había recogido. Suspiró y miró al rubio.
— Toma — extendió su mano hacia Katsuki y éste la miró confundido — debes estar sediento.

Bakugou agarró la botella y sin agradecer vació rápidamente el contenido en sus labios. Camie sonrió y hundió su cabeza entre sus rodillas para ocultarlo.

—  No sonrías — le dijo él.

— No lo estoy haciendo.

— Siempre lo haces — la miró — siempre sonríes — volvió a mirar al frente —, sobre todo cuando yo no estoy cerca.

Camie iba a negar y decir que no era verdad; pero no podía, lo que decía el rubio cenizo no era falso. Al principio le había sonreído seguidamente tratando de ganarse su amistad, pero después de un trato indiferente y incluso bárbaro de parte de éste, dejó de hacerlo.

— Baku...

— No viene el estúpido de Kirishima. ¡Levantate! Debemos irnos.

La voz de Bakugou sonó rara a los oídos de Camie, no poseía la típica molestia que siempre percibía, lo miró con un gesto apenado. Se levantó y alisó su vestido para después correr detrás del rubio.


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— Creo que ésta es la despedida — Kirishima sonrió mostrando sus filosos dientes a Camie — me duelen las despedidas — dijo para después taparse los ojos.

Utsushimi asintió. Había llegado a su destino y ya no necesitaba al señor de los dragones ni a su fiel dragón.

— Espero verte pronto — habló dirigiéndose a Kirishima.

— ¡Vámonos idiota! — gritó Bakugou desde la puerta del gran palacio.

Kirishima le dedicó una sonrisa a Camie y se despidió de ella con una tosca reverencia.

— ¡Bakugou! — Katsuki volteó al llamado de la chica. Él no se había despedido y no esperaba que ella lo hiciera, o al menos así se engañaba  — gracias.

Katsuki ondeó su capa y se fue sin decir nada.

— La voy a extrañar.

— Eso ya no importa — susurró Katsuki para ocultar su dolor —. Ella se va a casar.

Porque hasta el señor de los dragones, se puede enamorar.

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Ok, esto fue raro, esto está para una historia más larga. Pero lo resumiré por acá.

Katsuki es el señor de los dragones, es un asesino o mercenario que trabaja por dinero. Él fue capturado por el reino Utsushimi, cuando intentó asesinar a uno de los príncipes, como pago por no matarlo le dieron la misión de llevar a Camie al reino donde se casaría.
Él se enamoró a primera vista, pero no podía ser bueno con ella o sino nunca la dejaría ir.

No quise escribirlo todo, ya que, me pareció mejor así :'^

Las Ilusiones ¿Explotan? [BakuCamieWeek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora