Huída

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Abrí mis ojos ante unas voces en desacuerdo, junto a los rayos molestos del sol sobre mis ojos. Volteé mi vista hacia atrás y ví a mi padre regañando a Chimuelo mientras el agredido intentaba entrar en un acuerdo.

-Por favor señor, le digo la verdad- Trató de explicarse pero recibió un colatazo de parte del mayor con furia.

-Papá!- Llamé alarmada corriendo a socorrerlo, de verdad no quería que lo laatimaran injustamente -¡¿Estás bien?!- Pregunté muy preocupada mientras el se levantaba con dificultad, se encontraba algo mareado.

-S-si. Gracias...- Dijo tratando de recobrar su equilibrio. Me volteé tratando de implorarle a mi papá que no era malo, me acerqué y con miedo y lágrimas traté de  razonar con él.

-Por favor, papá! Él no es malo!- Dije mientras empezaba a soltar lágrimas, estaba enojada y eso me peoducían lágrimas -Él es muy gentil. Por favor discúlpate- Dije haciéndome a un lado para que Chimuelo se acercara con unas lagrima saliendo de su ojo izquierdo debido al golpe.

Mi papá le gruñó por última vez, viéndolo con un profundo odio en sus ojos, y se fué volando de vuelta al nido. Yo golpeé mi pata contra el suelo indignada, nada más odiaba que las injusticias. Fuí con Chimuelo y agaché mi cabeza apenada. Obviamente me disculpé, estaba muy arrepentida por lo sucedido.

Suspiré pesadamente ante la horrible situación de hace un momento y le sonreí con dulzura, él me sonrió comprensivamente y se acercó a mi. Ladeé la cabeza y nos dirigimos hacia el interior del manantial, le daría un recorrido para que no de sintiera desorientado al estar aqui.

Fuimos hacia donde estaba mi madre con mis hermanos y llamé su atención. Obviamente no pudo atenderme por unos minutos, los pequeños como en cualquier nido "no hacen caso a nadie". Una vez todo resuelto con mi ayuda pudimos proseguir con la presentación, pues siempre he tenido un don para los niños.

-Mamá, él es Chimuelo, el último furia nocturna hasta ahora- dije sonriente mientras ella se quedaba boquiabierta y se acercaba rodeándolo observando cada detalle de su cuerpo. Luego de ese extraño momento regresó a su lugar inicial y acarició su cabeza con la mia mostrando una sonrisa comprensiva.

-Muchacho, no sabes que increible es esta noticia. Pensaba que Neon era única. Un placer conocerte- Dijo amablemente a Chimuelo mientras yo miraba conmovida la escena.

-El placer es todo mío señora- Respondió de la misma manera. Mientras yo miraba preocupada hacia Chimuelo, notablemente había sufrido más que ese colatazo de parte de mi padre, ya las heridas se hacían más graves.

Volteé preocupada hacia mi mamá que me veía sorprendida ante mi preocupación hacia él -Mamá, papá atacó a Chimuelo, lo ve como una amenaza. Por favor razona con él. No quiero que lo lastime- Expliqué con voz tembloroso, creo que hasta podría lanzar lágrimas, de verdad temía que algo terrible le pasara, papá suele ser demasiado territorial y desconfiado, eso se debe a que cuando era una cria su familia fue asecinada frente a él por vikingos hostiles que mataban dragones como deporte.

De un momento a otro varios guardias nos apartaron y rodearon a Chimuelo dejándolo inmóvil. Desgraciadamente no pude hacer nada y se lo llevaron, mi papá le habrá dicho al Alpha y se lo habrá tomado mal, ahora no se puefe hacer nada. O eso parecía, tomé valor y me adelantr a ellos, no sólo eran más lentos debido a su atención en el furia nocturna, sino que también yo soy una furia luminosa, soy más rápida por naturaleza. Me avalancé hacia ellos lanzando volas de plasma y logrr separarlos para que mi mamá y yo tomáramos a Chimuelo y lo llevemos a su isla con sus indicaciones aprovechandonos de la conmoción.

Al llegar a un bosque extraño lo dejamos ahí y mi mamá se aseguró de borrar el rastro. Sorpresivamente dije que me quedaría con él para protegerlo de los reclutas de busqueda y rescate que podrían aparecerse para regresarme, una furia luminosa en medio de un nido de nadders no era dificil de notar si se encontraba ausente. Mi madre no estuvo muy de acuerdo al inicio pero finalmente sedió prometiéndo que no diría nada y que desaparecería por un tiempo para discimular asique se fue lo antes posible y yo me quedé con el inconsiente dragón dentro de una cueva solitaria sin saber que más habitaba la isla además de dragones.

Al final decidí que lo dejaría así. Perdón por la demora pero tenia exámenes y justo pusieron fecha para la boda de mi hermana asique tuve que estudiar y ayudar con todo, gracias por su paciencia y espero que disfruten del capítulo.

Más allá de la extinciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora