Verano de Amor [TERMINADA]

Capítulo 5

La noche ya había caído dejando algunos corazones felices, y otros algo rotos que solamente esperaban al día siguiente para olvidar todo lo ocurrido. Eran las 1:30 a.m, y Ámbar decidió volver a su habitación no quería despegarse del lado de Ramiro, pero era necesario volver con sus padres que quizás pronto comenzarían a buscarla.

—Debo irme no quiero preocupar a mis padres—dijo parándose.

—Si se enteran que estuviste sola con un chico te encerrarían en la torre más alta—dijo con humor.

—No tan así, pero si me darían un sermón sobre que tengo que avisarles, y cosas que no quiero escuchar hoy—dijo la chica devolviéndole el saco a Ramiro.

—Gracias por esta linda noche no había tenido un año nuevo tan lindo—Ramiro tomó las manos de la rubia.

—Muy linda—ella correspondió el gesto lanzó una sonrisa, y lo abrazó dejando su perfume en su ropa.

— ¿Te veo mañana?—preguntó Ramiro entusiasmado.

—No puedo saldré con mis padres, pero prometo que apenas llegue te veo—dijo sonriendo.

—No te preocupes, te acompaño—Ramiro llevó a la chica hasta la puerta para despedirse, pero ninguno de los dos quería hacerlo, sin embargo, alguien tenía que dar el primer paso.

—Adiós—dijo Ámbar dándole un rápido beso en los labios.

—Adiós Ramé, Ámbar sonrió y se alejó hasta su habitación.

Ramiro se acostó con la ropa que traía puesta, pues el perfume de la chica estaba grabado en ella y era como una droga exquisita que jamás se cansaría de oler, no podía dormir de la felicidad que el simple hecho de estar con Ámbar le provocaba, y es que con ella se sentía tranquilo aunque la rubia podía llegar a ser un caos con sus chistes raros era lo que él necesitaba.

Lamentablemente las cosas buenas duran poco, y Ramiro cambió su expresión de felicidad a una más reflexiva, pensar en una relación era algo totalmente loco jamás podría pasar partiendo porque eran de diferentes países, y si son vecinos, pero ¿una relación a distancia funcionaría? ¿Además vale la pena intentarlo a su edad? Donde las hormonas están algo revolucionadas y a flor de piel, entonces después de tantos divagues mentales que tenía que pensar, su sonrisa se esfumó, y sintió que estaba jugando con algo que no debía... Su corazón quizás lo mejor era terminar ¿Cómo terminar algo que nunca empezó? Lo mejor era hablar con Ámbar y evitar toda clase de sentimiento que pudiese crecer entre ellos.

Por otro lado Ámbar no quitaba su sonrisa del rostro se sentía enamorada y se le notaba en sus ojos incluso desde que vio al ruloso sintió algo, claro que al principio le pareció desagradable, pero ahora que lo conocía mejor sabía que él era su chico, pasó por la habitación de sus padres para decirles que estaba bien, luego se fue hasta la suya se quitó su ropa y se puso su pijama no podía evitar recordar lo sucedido con Ramiro ese beso que le hizo sentir más que mariposas en el estómago.

Probablemente una relación a distancia para ella no era algo descabellado considerando que su madre siempre viajaba de gira, y su padre aún seguía enamorado como la primera vez, además Chile y Argentina están demasiado cerca lo que obviamente facilitaría todo entre ellos, a eso sumándole la existencia del internet junto a las videollamadas entre otras cosas, definitivamente para Ámbar todo estaba a su favor.

Son corazones que sienten lo mismo, pero dos mentes que piensan distinto ¿Cómo terminaría todo?

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Antes que la fiesta acabase Jim subió a su habitación no tenía ganas de seguir allí, se quitó sus sandalias masajeó sus pies, y se tiró en su cama abrazada a una almohada lágrimas comenzaron a caer en el momento que recordó el rechazo de Benicio el chico le gustaba, pero la había rechazado sin darle si quiera una explicación simplemente se fue dejándola sola, ¿Qué tenía de malo ella? No se consideraba fea, y es que claramente no lo era de hecho ella creía que todas las chicas eran hermosas a su manera y cada una tenía su encanto, Tal vez el italiano la había rechazado por su edad ella tenía 16 solamente, y él 19 quizás la veía como una niña.