The Hanging Tree (TRADUCCION)

The Hanging Tree

Esta historia no me pertenece yo solo me encargue de su traduccion al español.

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- ¡¿Otro?! - exclamó Arthur.

¿Otro suicidio? ¿En el mismo lugar? Eso no podría ser una coincidencia. Arthur miró a Sir Leon, quien era él que le dio este informe. El primer caballero parecía preocupado y reacio a seguir, pero decidió decir lo que escuchó.

- Yo... estaba hablando con los aldeanos de la aldea cercana. Dijeron que es la maldición de ese árbol. - Leon se forzó a levantar la vista y miró a Arthur, quien murmuró algo debajo de sus narices. Él no creía en esto, probablemente se trataba de una de esas viejas historias de esposas, pero algo estaba llevando a sus caballeros a resolver las cosas de esa manera, pero Leon... parecía convencido. Arthur levantó su frente y esperó por más.

- No creí en eso... pero... sentí esto. Era... sutil, pero algo me arrastraba a ese árbol. Logré regresar al Camelot, antes... - No pudo terminar la frase.

Estaba conmocionado, no se consideraba a sí mismo como una persona débil o fácil de corromper como para llegar a ese punto y llegar a hacer tal cosa, pero había algo en ese lugar. Sir Leon negó con la cabeza y miró a su Rey. Arthur notó el comportamiento de su caballero y tragó saliva, dirigió su mirada a Gaius.

- ¿Has oído algo así?

- Es difícil de decir, señor. Debo saber más sobre este árbol y su historia. - Gaius respondió y miró a Arthur.

- No dijeron nada más. - Leon respondió a la pregunta no pronunciada, sabía que tarde o temprano alguien lo haria. Arthur miró a su caballero y suspiró, preguntándose qué debería hacer.

- Gaius, examina a Sir Leon... estarás bajo vigilancia esta noche. Merlín, nos vamos al amanecer, prepárate. - Dijo a Gaius, Leon y Merlin y luego salió de la habitación y así la reunión del consejo había terminado.

No podía arriesgarse a tomar ninguno de sus caballeros. Se preguntó si esto también podría afectarlo, fue caballero alguna vez, ahora sin embargo es el Rey. ¿Haría alguna diferencia? No se preocupaba a sí mismo, pero no podía poner en riesgo a sus hombres. No durmió bien esa noche. Merlín lo despertó antes del amanecer, su criado no estaba seguro de si Arthur debería ir allí. Bueno, Arthur tampoco estaba seguro, pero no dijo eso. Le dijo a Merlín que no fuera una niña. Cuando fueron al patio, vio a Guinevere. Él la miró con inseguridad.

-Guinevere ¿qué haces aquí? - preguntó con una sonrisa, esperando que él estuviera equivocado y ella no quisiera ir con él.

- Voy contigo y Merlín. - Ella respondió simplemente.

- Guinevere... - comenzó, pero Gwen interrumpe.

- No digas nada. No soy un caballero, estoy a salvo, pero probablemente tú no. - Dijo y lo miró preocupada.

Arthur suspiró, ella estaba preocupada por él. Era extraño sentir que alguien estaba esperando por su regreso seguro. Era algo bueno y malo al mismo tiempo. Estaba contento, sabiendo que hay alguien a quien él puede volver, pero odia ver su hermoso rostro preocupado.

- Deberías quedarte en Camelot. - Arthur respondió.

- Sí, debería hacer muchas cosas. - Ella se encogió de hombros. Arthur suspiró, sabiendo que no había fuerza en el mundo que pudiera hacer que se quedara en Camelot. Él la conocía demasiado bien. Para su sorpresa, Merlín llegó con tres caballos, así que él lo sabía desde un inicio. Era obvio, eran los mejores amigos, por supuesto que él se lo contó. Montaron los caballos y se dirigieron a la aldea, donde planeaban comenzar a buscar. Arthur se preguntó si no era más sencillo quemar ese árbol en el suelo, pero si era mágico, probablemente sería más complicado. No tenía mucho conocimiento sobre la magia, pero sabía lo basico.