Capítulo 7 "Ósculo"

19 1 0
                                    


Los segundos parecen eternos, es escalofriante la idea de imaginar a que se acercan. Sin mediar palabra abren fuego contra nosotros, Xue abre los brazos como dispuesto a morir en ese instante, En ese preciso instante me libero de los brazos de Xue y me lanzo al suelo, mientras Zita del lado del copiloto enciende el auto de papá; sin pensarlo dos veces me arrastro hacia el auto y mientras lo hago me doy cuenta que los disparos han atravesado a Xue ya en 2 ocasiones y decido llevarlo conmigo al auto y su cuerpo pesa como una tonelada; mientras su cuerpo derrama sangre a mares.

Le grito a Zita que conduzca e inmediatamente se lanza al asiento del conductor y lo acelera; como puedo subo a el cuerpo mal herido de Xue a la parte trasera del auto.

- ¡Respira, no te rindas!

- ¡Zita conduce!

Los disparos no cesan, y pasamos sobre los escombros de la fiesta pasada.

Vaya sorpresa, Zita no sabe conducir y para colmo los asesinos suben a sus autos y no dudan en seguirnos; Esta claro que quieren acabar con la vida de Xue.

- ¡Romain conduce tú!

Como podemos intercambiamos lugares, pero el intento es en vano. Zita me ve fijamente con los ojos llorosos y los nervios a flor de piel.

- ¡Romain, no puedo!

- ¡Romain, no vamos a poder!

- ¡Ya Tranquila, vamos a salir de esto!

Noto que sus manos tiemblan debido a los nervios, tomo una de ellas y poco a poco su piel y la mía se acoplan y vuelve la sensación de seguridad y calidez, pero esto no tarda mucho debido a que los carros que nos persiguen han desaparecido.

- ¡Ahora!

Al fin logramos intercambiar lugares y llegar a un centro de asistencia médico, para sorpresa nuestra, los autos que nos perseguían nos esperan, por suerte me doy cuenta antes de ingresar al estacionamiento y decido voltear la cara como si nada ocurriera, para luego conducirme hacia mi casa.

Xue casi muerto me pide que lo disculpe en varias ocasiones, pero por la gravedad de sus heridas asumo que es un delirio nada más. Las heridas no son tan graves, pero no deja de sangrar, Zita le habla mientras conduzco y sé que estoy frito por parte de mis padres.

Entro el auto de una manera apresurada; parece que el universo esta de mi lado esta vez; Mis padres no están en casa, apresuradamente subimos a Xue a mi alcoba y decidimos estancar la sangre, Zita con principios básicos de medicina lo venda y satura las heridas, retira las balas de su cuerpo, una en el hombro izquierdo y la otra en su pierna del mismo lado. Llamamos al 911 pero mientras suena el teléfono nos preguntamos que habrá hecho Xue para que lo intentaran matar de tal manera y con tanta insistencia.

- ¿Y si mató a alguien?

- ¿Y si lo entregamos?

- ¿Y si nos metemos en problemas por ayudar y terminamos complicando esto?

Tomo la decisión más complicada de mi vida.

- ¡Cuelga!

Un silencio sepulcral cubre toda la habitación, es tan silencioso que puedo escuchar nuestras respiraciones, siento los latidos de mi corazón a mil por hora, y la adrenalina corriendo por mi torrente sanguíneo.

-¿Qué piensas hacer?

Tomo una respiración profunda... ¿Qué pienso hacer?, No tengo idea, el plan era ayudar a Xue pero, ¿Después de eso, qué? Veo que Zita se ha calmado, y que está sentada en mi cama mientras Xue tiene el brazo sobre sus ojos y toma respiraciones profundas, Ella rompe el silencio:

-No podemos quedarnos de brazos cruzados Romain ¡Hay que hacer algo ya!

-Zita, no podemos llamar a la policía, ni a la ambulancia, ni llevarlo a un centro médico. Porque si lo hacemos pedirán detalles de algo que no sabemos, y que solo el moribundo de Xue puede explicar.

Ella se levanta hacia mí y con pasos apresurados me abraza. No dudo en envolverla con mis brazos, sé que está asustada, tiene miedo y está preocupada.

-Romain... tengo miedo

Ella esconde su cabeza en mi pecho y la tela de mi camisa que se encuentra en sus dedos se hacen puños mientras sigue hablando. Ahueco sus mejillas con mis manos, y con los pulgares acaricio sus pómulos, ella cierra los ojos disfrutando del tacto y saca una respiración haciendo que sus labios tiemblen. De repente solo es ella, Zita, que se ve tan frágil como una muñequita de porcelana que debo cuidar, ella con sus locuras y su belleza. La hago callar con un ósculo, como dos piezas de algún rompecabezas sus labios se complementan a los míos y se mueven con suavidad sobre estos, me permito disfrutar cada milímetro y roce de los suyos con suavidad, y puedo sentir como ella se relaja en mis brazos y los puños que se aferraban a mi camiseta se sueltan y se posan en mis hombros. Y es ella quien se separa con una sonrisa, pero quedando lo suficientemente cerca como para que nuestras narices se rosen cuando Xue interrumpe este momento.

-Wow, muy bien pito chico lo has hecho- suelta una risa suave, pero aprieta sus ojos en dolor- Ahora si te importa dejar este momento tan cliché que parece escrito por una persona muy romanticona, ¿Ya pueden ayudarme?

Zita y yo reímos al unísono y nos giramos hacia él.

-Primero, debes contarnos que sucedió allá, porque no puede ser que de la nada te hayan disparado- me siento del otro lado de la cama y Zita a mi lado- ¿Nos contarás verdad?

-Está bien, les contaré...- Zita toma mi mano y yo entrelazo mis dedos con los de ella esperando por una explicación de Xue, y él toma una respiración antes de decir algo que hace que me hierva la sangre.

-Intenté follar con Leah...

Esto sí que no lo esperaba.

-Ella estaba borracha y la verdad, no sé qué me paso, pero la tomé por la fuerza, uno de sus guardas espaldas se dio cuenta por la mañana que la llegaron a traer, no recuerdo del todo. Pero anoche Leah Perdió su virginidad, ella asegura que fui yo, pero la verdad es que ella tampoco recuerda a exactitud qué fue lo que paso ya que cargaba un rompecabezas en la bolsa y pues cuando nos besamos sentí que algo invadía mi ser, sin pedir explicaciones la acaricie e intente llevarla a la cama, ella me dijo que sería su primera vez pero estaba lo suficientemente borracha como para decir la verdad, después de eso no recuerdo que pasó solo sé que desperté en el sillón de mi sala con Yatziri totalmente desnudo, por eso asumo que no me acosté con ella, pero el problema es que Leah amaneció en la cama de mis padres, con las sábanas ligeramente manchadas de sangre.

-¡Maldito!

-¡Romain Espera! ¡Juro que no fui yo!

- ¡El único totalmente enfermo por Leah eres tú!

Zita me ve como si su mirada no dijera nada, la piel se me eriza y un miedo me sacude como si no tuviera control de mi mismo, varias imágenes vienen a mi mente y un silencio tensa toda probabilidad de que pueda haber sido Xue.

La cabeza me da vueltas

-¡Rayos Romain! ¿Fuiste tú quien violó a Leah?

-¿Si No recuerdas nada como puedes asegurar que no fuiste tú?¡

Una imagen en específico viene a mi mente, la espalda de una mujer, no recuerdo con exactitud de quien era pero...


-

NOTA DE AUTOR:

¡CONICHIWA! Hola dementes, si, sabemos que ya llevamos 4 semanas sin actualizar, pero créanos que hemos estado haciendo lo posible para ajustar nuestros horarios y volver a actualizar de forma semanal. 

Sin más que decir, nos despedimos.

Att: Bell & Dhe  

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 31, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pretérito (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora