Cap.4: La oferta malvada

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Media hora después, Sofía recuperó el conocimiento y estaba lista para procesar la información sobre su hermano y preguntar sus dudas. Así que nada más levantarse preguntó:

-- Vale, si tengo un hermano mayor, ¿Por qué nunca me lo contrastes?, ¿Donde está?, ¿Le pasa algo malo?...- preguntó preocupada y nerviosa Sofía -.

Sus padres, patidifusos de tantas preguntas, únicamente pudieron contestar una:

-- De eso es de lo que te queríamos hablar, Sofía...-comenzó a explicar su madre-.

-- No te lo vas a creer pero...-siguió explicando su padre-.

-- ¡Tu hermano fue secuestrado por un malvado alienígena hace quince años!-explicó sin más Middley, temiendo que su hija les tomase por locos-.

Sofía que acababa de recibir aquella bomba de relojería de información, no dijo nada. Su parte racional del cerebro le decía que era todo una broma de sus padres pero su parte imaginativa (que acababa de conocer lo que era la magia), decía que no mentían. Sofía decidió escuchar a la parte racional de su cerebro y decirles que no les creía. Entonces, sus padres, Houdson y Middley, comenzaron a enseñarla fotos de ellos con Lucas. La vocecilla racional le decía que era un montaje y la irracional le decía que era bastante difícil que fuese un montaje. Sofía decidió seguir escuchando a la voz racional y no les hizo caso. Entonces sus padres la enseñaron el libro de familia, vídeos, fueron al hospital y confirmaron el nacimiento de su hermano... Esa voz racional se fue acallando y acallando poco a poco con todas esas pruebas, dejando paso a la voz irracional que sabía que era verdad. Entonces cuando Sofía ya casi había acallado la voz racional del todo, preguntó:

-- ¿Por qué mi hermano mayor fue secuestrado por un alienígena hace quince años?- preguntó triste Sofía-.

-- Verás...- comenzó a explicar Middley- Tu hermano Lucas fue secuestrado por que...-siguió pero de repente algo la interrumpió-.

De repente un gran estruendo se escuchó en el techo y segundos después este se rompió en mil pedazos. La roca del techo no era especialmente la más blanda del  mundo, no, sino que estaba hecho de una roca bastante dura que si les aplastaba, ¡Morirían! Pero en ese instante, a Sofía se le ocurrió como salvarse y salvar a sus padres. Sofía, justo antes de ser aplastada, corrió hacia el cajón de su mesilla de estudio, (saltando el gran agujero del suelo), abrió rápidamente el cajón y cogió su goma de borrar. Luego, volvió con sus padres (que acababan de darse cuenta del gran agujero, pero decidieron no preguntar) y alzando sus brazos, comenzó a mover la goma mágica haciendo círculos para así borrar los trozos de techo y sobrevivir. Esa era la esperanza de Sofía, en la que confiaba plenamente para no morir. Las rocas estaban a punto de caerles encima, pero justo entonces, el plan de Sofía funcionó y los trozos de roca del techo desaparecieron. Habían conseguido sobrevivir a algo que parecía imposible. Los padres de Lucas y Sofía para nada estaban sorprendidos, sino que se alegraron al ver que la goma lo podía borrar todo. Houdson y Middley solo quedaron sorprendidos la primera vez que vieron lo que era la magia, pero esta no fue la primera vez, por eso al ver la magia de la goma mágica de Sofía no se sorprendieron.

Cuando el humo del techo roto se fue, los padres de Sofía, pudieron diferenciar una figura humana que les resultaba bastante familiar. No era nada más y nada menos que el hermano mayor de Sofía, Lucas, pero estaba algo diferente.

Ya no era rubio, de la maldad su pelo se había teñido lentamente de negro y era mucho más largo. También tenía barba (ya que ya no era un niño de once años, sino que era un adulto de veintiséis). Su piel ya no era blanca como la nieve, sino que de estar tanto tiempo con el alienígena, se había tenido levemente de verde. Sus hijos se habían oscurecido y habían cambiado de color al verde hierba. Eso era la única parte humana que le quedaba (su cabeza), lo demás era robótico. Sus brazos estaban hechos de chapa bastante dura y tenía garras mortíferas metalicas bastante afiladas por manos. Tenía una pierna de madera y la otra era de chapa con una lata por pie. Por último, lo que quedaba de su cuerpo era de metal cristalino, un metal transparente como el cristal. Gracias a ese metal, se podía observar que no tenía corazón (literalmente) y que lo único que le mantenía con vida era una compleja máquina que a la vez le mataba por dentro ya que se oxidaba con su líquido interno.

Houdson y Middley no le recordaban de esa forma. Supusieron que cuando el alienígena le quitó los sentimientos, lo volvió malvado contra su voluntad y hasta que aprendió, le fue quitando extremidades y reemplazandolas por extremidades robóticas como castigo.
En cambio, Sofía que había visto fotos de su hermano mayor y sus padres se lo habían descrito como la mejor persona del mundo, no se lo imaginó así.

Lucas, levitaba en el aire gracias a una roja mochila propulsora que se había dibujado él mismo y había destruido el techo con una pistola láser (que también había dibujado él). Al quitarse el humo, sus padres esperaron una mínima reacción del niño (ahora adulto), pero su mirada seguía ausente. El alienígena seguía controlándole y al quitarle los sentimientos, el chico no se acordaba de ellos, así que no hubo una mínima reacción al verles. Entonces, al llegar allí solo hizo una única cosa, anunciar lo que el alienígena le había ordenado que anunciase:

-- El todopoderoso alienígena Dominador del grandioso multiverso, se ha ofrecido a venir a este patético planeta porque ha percibido una magia muy poderosa, como hizo conmigo, Lucas el destructor de planetas, la mano derecha de este increíble alienígena. Entonces, el todopoderoso me ha pedido amablemente que anuncie a este  planeta una única cosa:
Sofía Pottennick donde quiera que estés en este pequeño y patético planeta, ven a la papelería abandonada, tus padres te indicarán dónde está y entrégate voluntariamente al imperio de mal del alienígena Blorgbong. Si no te entregas en menos de veinticuatro horas, este sistema solar y sus habitantes se verán perjudicados por tu culpa.¡Muajajajaja!- anunció con odio Lucas malvado, luego se rió malvadamente y se fue de allí (sin despedirse) volando a toda pastilla con su mochila propulsora hacia la papelería abandonada-.

Sus padres y ella quedaron impresionados al ver lo que acababa de suceder y sin decirse ni una palabra entre ellos, se pusieron a pensar nerviosos y precipitados lo que harían con la oferta del alienígena. No aceptarla y luchar por el sistema solar, o aceptarla y rendirse sin más.

CONTINUARÁ......

Lucas Pottennick y el bolígrafo mágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora