Capítulo 3

399 16 0
                                    

Mientras Camila andaba en bicicleta a su casa, adoraba sentir en todo su cuerpo la brisa que dejaban las olas del mar, con su gran cielo que en su mayoría era amarillo y naranjoso a la vez, acompañado de un toque de azul celeste por todos lados, viendo cómo la gente caminaba tan tranquila y sonriente.
Cuando Camila llegaba a casa era de esperarse un susto, ya que era bastante atrabancada, se ponía de un pie y a veces solo cruzaba la otra pierna para poder estar fuera de la bicicleta aún en movimiento, siempre que la veía su mamá o su papá la regañaban y le preguntaba "¿por qué  no te puedes bajar como una persona común y corriente de tu bicicleta? Un día terminarás fracturada de algún hueso Camila y todo será por culpa de no tener paciencia y bajarte como se debería" pero a Camila le parecía una manera divertida para bajar de ella.
Entrando a la casa se encontró con su padre justo por salir al patio con una caja de luces de colores verde, blancas y rojas, era obvio que representaba la bandera de mexico. De inmediato se ofreció para ayudarlo y cargo unos cuantos cables, y los dejó sobre el suelo a lado de la gran caja que había cargado su padre.
Alejandro: Hoy es un perfecto día ¿no crees Mila?.- dijo dedicando una sonrisa cruzando de brazos y mirando el cielo.
Camila: Siempre es un día perfecto  para hacer algo pa, pero hoy es especial por ser noche mexicana.-empezó a mover los brazos de forma exagerada provocando una risa en su papá
Alejandro: Ve a ver a tu madre y ayúdale un poco con lo que está preparando y dile a tu hermanita que venga a ayudarme sosteniendo la escalera Mila.- dijo yendo al garaje sacando una escalera de metal
Camila solo asintió y entró a la casa oliendo y casi saboreando la cena que estaba preparando su madre, se acercó y le tapó los ojos.
Sinuhe: Mila es imposible no reconocerte cuando apestas a fierro por tu bicicleta.-dijo sonriendo y abrazándola.
Camila: Que feo que seas así mamá.- dijo sonriendo.- Es linda, por favor no critiques mi bicicleta enfrente de mi.- ahora estaba cruzando los brazos y cuando volteo vio una charola de tacos de pollo adornados con crema, queso y su respectiva lechuga.-Fuck! Mamá, déjame probar uno por favor.- ya estaba acercándose cuando de pronto sintió que la jalaron por uno de los orificios donde se coloca el cinturón, era su mamá.
Sinuhe: ni lo pienses, nada para ti, no puedes comer si hablas con esas palabras señorita.- dijo reprendiéndola y dándose cuenta Camila de que había dicho una mala palabra sin querer, no es como si no las dijera pero, para su mamá nunca se había acostumbrado a escuchar esas palabras, las toleraba de cierta forma pero no le parecían correctas.
Camila: Lo siento mamá, se me salió.- dijo con una carita de perro mojado.- recuerda que vengo muy cansada de la escuela y necesito que una mamá tan linda como tú me alimente.- Sinuhe río de forma escandalosa y solo le hizo señas con su mano de que se podría comer SOLO UNO, pero una vez que Camila los probaba era casi imposible de que parara.
Mientras le ayudaba a Sinuhe ya había agarrado unos 3 tacos clandestinamente, hasta que por fin terminó de picar la última cebolla.
Camila: Mamá, me súper arden mis ojos y apesto horrible a cebolla, creo que ya es momento de que me arregle.
Sinuhe solo asintió con una mirada dulce y Camila salió corriendo a su habitación.

Sinuhe: Mila hazme el favor de escogerle a tu hermana una ropa para hoy, después me encargo de bañarla.- grito para que Camila la pusiera oír.
@:Mila creo que hoy no quiero usar faldas, ¿está bien si yo la escojo?
Camila: No bebé, te la escogeré hoy porque vendrán los Jauregui a cenar con nosotros y tal vez algunos invitados más, así que es mejor ponerte presentable.- dijo acariciando su cabello, Camila sentía un amor a su hermana que no se puede describir, a veces sentía que era lo más valioso de su vida, era como tener una pequeña hija.

Sinuhe: ¡KARLA CAMILA CABELLO ESTABAO!.- grito su mamá claramente enojada.
Camila: ok ok ok Sofi, hagamos un trato, si tú dices que tú te comiste los tacos que había en la mesa podrás escoger la ropa tú misma ¿de acuerdo?.- dijo abriendo los ojos y con una sonrisa.
Sofi: ¡hecho!.- dijo la niña ya dando la media vuelta  yendo animadamente a su closet para saber qué ponerse.

S u n  and  m o o n. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora