S u n and m o o n. (CAMREN)

Capítulo 1

Tenemos a un chico casi "perfecto" a la buena vista de las niñas, aquel príncipe que te abre la puerta y te dice lo hermosa que eres y te llena de alegría, que te hace sentir que encajas en una sociedad donde no todo es permitido o como les gusta llamarlo a los demás: "es que eso no es bien visto". Aquí está Chris Jáuregui, aquel que está en el equipo de fútbol, en el mejor puesto siendo el gran capitán, la figura que encaja ante todos; alto, de complexión delgada pero con ciertos músculos a asomar; un chico que encaja en cualquier lugar, gran amabilidad y cordialidad, rodeado de muchísimos amigos haciéndolo, obviamente, popular. ¿Si quedó claro el CASI Perfecto? Como todos, tienen su lado malo pero para los demás, Chris trataba de no ser un patán, ni siquiera lo aparentaba por la bonita descripción que les dí.
La vida de Chris no era perfecta, su familia a pesar de ser buena y de ningún aspecto malo, rodeado por su madre Clara, su padre Michael, su hermana menor Taylor y por último estaba ahí la ovejita negra, Lauren.
Y si hablamos de Lauren Jáuregui, chica mayor que él. Sinceramente no sé cómo hacer una descripción adecuada para ella, pues en realidad, era una chica enferma, desde pequeña tuvo complicaciones, su historial médico era un verdadero asco, ella siempre se preguntaba el porqué había salido tan "defectuosa", apodo que de verdad le daba mucha risa por como su madre se enojaba al hacerle comentarios de este tipo... Empezando por el asperger, se lo detectaron a los 3 años de edad, luego enterándose que tenía un fuerte problema con su riñón, ¿Quién lo diría? Lauren había tenido que cambiarlo a lo largo de sus 15 años 3 veces, sin mencionar que es asmática y para acabar de terminar un poco con esto, había logrado salir del cáncer, así es, Lauren tenía razón al decir que realmente había salido defectuosa y por eso siempre fue complicada.

Chris: ¿Estás bien mamá?.-preguntó a su mamá viendo cómo estaba apurada, esto realmente no era nada nuevo, su madre solía estar siempre atareada, viendo las mil tareas que ponía a cada momento en la puerta del refrigerador y viendo el gran reloj que había casi en cada esquina.
Clara: Creo que está todo bajo control o eso creo, ya sabes, hoy toca hacer la fiesta mexicana que tanto le gusta hacer a los vecinos y tú padre se ofreció a llevar varias cosas y celebrar juntos, nada nuevo realmente.- dijo mientras estaba tratando de recordar y reorganizar sus ideas una y otra vez tratando de que nada se le saliera de las manos.
Chris: Supongo que si necesitas algo puedes llamar a mi o Tay... Por cierto, ya es un poco tarde. ¿Por qué tarda tanto arreglándose? Es tarde para ir a la escuela y ella sabe que detesto llegar tarde.- le dijo a su mamá mientras ella estaba perdida en sus pensamientos, siendo totalmente ignorado, así que no quiso molestar más, tomo lo que restaba de su yogurt y corrió a la habitación de dicha hermana -Tay, no hace falta hacerte la misma advertencia de siempre ¿verdad? Porque realmente faltan 5 minutos para que yo me vaya y si no estas lista, lo lamento pero tendré que irme sin ti a la escuela.- le dijo mientras esperaba del otro lado de la puerta.-Te esperaré solo 5 minutos más, así que tendrás que llevarte el desayuno para tomarlo en el camino.-dijo ya bajando las escaleras.
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Es hora de hablar de los Cabello, los vecinos de enfrente, una familia muy unida, se mudaron cuando Camila recién tenía los 7 años. Se hicieron amigos de los Jauregui cuando por primera vez celebraron una noche mexicana, pues Alejandro el padre de Camila es mexicano y odiaba perder algún tipo de costumbre aun viviendo en Miami, decía que era algo que tenía en la sangre y jamás podría perder. Ellos estaban conformados por cuatro, Alejandro, Sinuhe, Camila y la adorable Sofi.
Camila Cabello, siempre caracterizada por ser una persona agradable, simple y humilde, tierna y muy guapa.

Camila: Ma!.- dijo en español, aunque sabía perfectamente el inglés a veces amaba tomar algunas palabras en español.- creo que enferme, no quiero ir a la escuela.- haciendo su mayor cara de enferma que podía.
Sinu: Ya hablamos de esto Mila, nada de perezas y mucho menos finjas alguna enfermedad que no te sale, te ves más sana que Marivel Guardia.- dijo mirándola seria.- Así que arréglate rápido que se te hará tarde.- ahora con una sonrisa.
Camila gruñó de inmediato y sonrío, ya había sucedido esto antes y solamente una vez había logrado que su mamá de verdad creyera que estuviera enferma aunque después de un rato su consciencia la aplastó y se fue a la escuela explicándole a su mamá que había sido mentirá y la única enfermedad que ella podría tener seria pereza o algún problema con los plátanos. Así que encendió su estéreo y comenzó a arreglarse, mirando por la ventana como de costumbre, siempre daba a la habitación espaciosa de la niña más extraña del mundo, Camila siempre sentía una curiosidad enorme por Lauren, lo único que sabía de ella era que no era normal y no me malinterpreten, Camila no era de estereotipos o cosas así pero desde que Camila había llegado a esa casa, hace ya 10 años, la única palabra que le había dicho Lauren fue "feliz cumpleaños Camila" sin alguna expresión en su cara, sin mencionar que Lauren no estudiaba en la escuela a la que la mayoría iba, ella estudiaba en casa, siempre tenía las cosas en orden y la única forma en la que salía era con una amiga que ella tenía o cuando salía con sus padres e iba a entrenar, ni siquiera sabía cual era su deporte, solo sabía que siempre tenía una mochila grande al salir junto con unas toallas en manos y una Banda de esas para hacer ejercicio. Por otro lado estaba Chris, el si era amigo de Camila, de vez en cuando pasaban ellos ratos libres en alguno de sus jardines o en la escuela cruzaban miradas y se saludaban, eran unos amigos comunes y corrientes.
Cuando Camila termino de arreglarse y alistar su mochila bajo y tomo el licuado de plátano que le había hecho su mamá con fresas y salió deprisa, como siempre, Camila era de esas personas que debía de tener un reloj en su muñeca o jamás llegaría a su destino.
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