Un vestido por favor

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Los ninjas pasaban por tiempos difíciles, tenían que cuidar del pequeño Lloyd y además el samurái les robaba atención. Los 4 ninjas intentaban ganarle al samurái pero de alguna manera siempre se les adelantaba, cuando ellos llegaban al peligro, el samurái ya se iba.

Sin embargo, a Jay se le ocurrió un plan para atraparlo, fingir ser una chica.

Y para eso necesitaba un vestido.

No podía pedirle uno a Nya, sería vergonzoso y además no son de su talla, por lo tanto iría a comprar uno.

Llegó a una tienda de ropa, una tienda de ropa femenina, solo había una mujer con su hija de 8 años y la empleada. El ninja azul se acercó a la joven para hacer más rápida se búsqueda.

-Disculpa ¿Tienes vestidos? –

La chica, quien leía una revista y hacía burbujas de chicle rosa, detuvo lo que estaba haciendo y se dirigió Jay.

-Ah, sí, es una tienda de ropa viejo –

-¡Perfecto! ¿Dónde están? –

-Por allá –Señaló con la mirada y volvió su vista a su revista.

-¿Podrías ayudarme a encontrar un vestido de mi talla? –Le pidió el ninja azul.

La petición del chico llamó la atención de la chica y de la madre del lugar junto a su hija, quiénes se fueron de la tienda aunque la niña no entendía del todo porque.

Después de unos momentos de silencio donde la chica solo veía atónita a Jay y este solo le sonreía pues no caía en cuenta de lo poco común que era su petición, ella decidió responderle.

-Claro, quién soy yo para juzgar –Levantó los hombros como si nada y se encaminó al lugar donde se encontraban los vestidos -¿Quieres un estilo en específico? –

-Ahmm no, cualesquiera me sirve –Dijo contemplando las numerosas prendas.

-¿Puedes escoger un color? ¿O eso no importa? –

Jay lo pensó de nuevo, necesitaba parecer una chica así que pensó en el color más femenino que pudo.

-Preferentemente uno rosa –

-Ok, eso me facilita el trabajo por descarte –Se dirigió a donde los vestidos con esas características y tomó un cualquiera -¿Qué te parece este? –

Jay lo analizó y luego sonrió animado.

-¡Esa está bien! ¿Qué tallas tienes? –

Y después de encontrar un vestido en su talla decidió probárselo.

-¿Y qué tal me veo? –Dijo saliendo de los probadores preguntando por la opinión de la empleada. Ella puso su mano sobre su barbilla pensando.

-Mmm de perfil –Le ordenó y Jay hizo caso –El otro perfil –Seguía viendo al chico frente a ella –A ver una vuelta –Entonces Jay dio giró casi bailando –Te ves bien le dijo al final –

-¡Si! –Celebró más para sí mismo luego sacó una peluca rubia de su bolsillo, lo que sorprendió a la chica, y se la puso -¿Qué dices? ¿Me ve como una chica? –

Ella lo analizó de nuevo.

-Sí pero, creo que te hacen falta pechos –

-¡Los pechos! –Exclamó Jay –Siempre olvido los pechos –

Vio la hora en el reloj de pared, eran las 12 del día.

-No hay tiempo, seré chica plana –Entonces sacó un billete de 100 y se lo dio –Conserva el cambio –Agarró su ropa y se dispuso a salir corriendo, se le iría el tren.

-¿No quieres una bolsa? –

-Me lo llevaré puesto gracias –Se lo dijo mientras corría. La chica solo lo vio alejarse y después vio el billete 100 dólares verificando que era real, si lo era. 

One-Shots de NinjagoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora