Es un simple abrazo

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âCreo que ya es un poco tarde. âdijo James mientras volteaba al reloj en la pared que marcaba las 12:15 am.

"Quédate un rato más", pensé.

âTienes razón; ¿Qué tal si te llevas el auto y lo devuelves mañana en la mañana. Es noche y tu casa no está muy cerca.

âEs solo un kilómetro. âdijo, un poco desafiante.

âVamos, al fin, mi padre dejo el tanque lleno.

Rió. Estaba cansado.

â¡Noticias Luke! ¡Tengo tres entradas para el zoológico! âdijo Michelle al momento que descolgué el teléfono.

¿Michelle tenía mi número?

âBien, ¿James irá? âcontesté, curioso.

âClaro que irá, es mi novio.

âSi, si, basta de presumir. ¿En donde nos vemos?

âJames comentó que tiene tu auto, y dado que no quiere que pase nada como ayer... Él pasará por mí y por ti. ¿Está bien?

—Claro, perfecto. Adiós.

—"Denota más tu preocupación por que James vaya, estúpido" —me dije a mi mismo.

Me vestí rápido para esperar a que James pasara por mí. 《Eso suena raro》

Estaba dando un toque de mi colonia cuando oí el clacxón de mi propio auto.

Salí del apartamento (Que para suerte mía esta en el primer piso) y me acerqué al coche.

—Listo. —suspiré.

Michelle siempre iba en el asiento trasero, así que rodeé el auto y me senté adelante.

—Hueles... Muy bien, Luke. —dijo Michelle mientras James encendía el auto, un poco molesto, pero, no, no eran celos. Tal vez él quería decir lo mismo. Lo notaba.

Asentí. —Gracias, ustedes... Se ven muy bien, para ir a un zoológico.

Oí que James dio una risa entre dientes, como un suspiro.

—¿Esto cuenta como una cita, cariño? —decía James, mirando a Michelle por el retrovisor.

—Si también vas a salir con tu mejor amigo, sí. —dijo bromeando.

Eso me hizo sentir muy incómodo, como si haya notado algo inusual en mí, a pesar de que apenas convivía con nosotros dos.

"No, sólo lo dijo jugando", pensé.

—¡Vamos! ¡Lo primero que quiero ver son los reptiles! —sugirió James, muy infantilmente.

—Pareciera que nunca ha visitado un zoológico. —dijo Michelle dirigiéndose a mí, mientras James se adelantaba.

Pude notar que James cogeaba un poco.

—¿Qué le ocurre? —dije a Michelle.

—¿A quién? —pareciera que quería evadir el tema, pero, ¿Por qué?

—A James. Oviamente.

—Creo que... Se lesionó jugando, por eso cogea.

—No me refería justo a eso...

James cayó súbitamente al piso.

—Sino a eso... —dije preocupado mientras corría a ayudar a James.

—Sabes que eso para nada es normal. ¿Estas bien? —dije mientras me ponía tras de él y lo ayudaba a levantarse.

Michelle sólo observaba, como siempre.

Me coloque detrás de él, lo estaba abrazando (¡!).

Un escalofrío recorrió mi cuerpo: su musculoso cuerpo se sentía tan débil, solo yo lo detenía.

Por un momento noté que James ya estaba mejor, pero no quería que yo lo dejara.

—James, ¿Quieres vayamos a casa?

—No, no, estoy bien, es en serio, prometo ir al médico en la semana. Por hoy disfrutemos del día.

Di una mirada rápida a Michelle. Vi su cara de disgusto. Pero... Un toque de alegria por mí se entremezclaba en su cara.

Llegamos primero a las aves. La zona de los reptiles se encontraba hasta el final del recorrido. Nos encontrábamos a la mitad del trayecto.

Pero... ¡Joder! ¡Ese maldito dolor de cabeza otra vez! Tenía que arruinar el día que para mi fue muy bueno.

Me senté en una banca y les comenté a James y Michelle.

—Espero aquí chicos, no creo aguantar el paseo entero. —dije mientras recostaba la cabeza hacía atrás.

—Para nada Luke, ahora mismo regresamos. —me dijo Michelle mientras se sentaba a mi lado.

James seguía de pie.

—Luke, no importa, podemos visitar los reptiles otro día. —dijo James desanimado.

—Ve tú, James, Luke y yo esperamos aquí. Si pasa algo yo te aviso.

—Les juro que no tardaré. —decía mientras se alejaba a paso veloz.

—¿Que sentiste? —preguntó Michelle, aunque no entendí.

—Un dolor muy fuerte me sacudió la cabeza, y aún lo hace.

—Claro que no me refiero a eso. Luke, dime que sentiste cuando abrazaste a James. ¿Nunca se abrazan, cierto?

¿Lo notó? ¿Notó que él me gustaba?

—No, nunca nos abrazamos, somos amigos, Michelle, no novios. —bromeé con un tono de culpa.

—¿Quisieras que así fuera?

—¿Ugh? Creo que es demasiado incómodo que hables de tu novio así.

—No puedes ocultar que te guste, Luke.

—No me gusta... Lo... Lo amo, Michelle. —estallé en la verdad.

—Tranquilo, no soy celosa.

Lo tomó muy en calma. Esa me ayudo.

—Fui tu mejor amiga, y lo sigo siendo. Siempre noté que... Bueno... Que eres gay. —dijo mientras colocaba su mando en mi hombro.

Hasta para mí la noticia fue repentina.

—Yo... Todos estos años, creí que era normal.

—Lo eres Luke. Pero a veces, uno no se enamora del sexo, sino de la persona en sí. —decía volteándose a mí, para hacer que la conversación fuera más cómoda.

Por fin lo dije.

—¿Crees... Crees que yo le guste?

—No... No lo sé... Tal vez, sí. —dijo sonriendo.

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⏰ Última actualización: Jan 11, 2015 ⏰

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