Keep me - Khalid

274 21 16
                                    

Hay tantas cosas que me recuerdan a ti, a mí y a lo que un día fuimos. Puedo verte en los balones de voleibol. Oírte en las risas estridentes y los gritos de emoción que los chicos de preparatoria dan. Y puedo olerte en las rosas, porque a ti siempre te gustaron, y aunque yo las odio, sigo comprando un ramo cada fin de semana.

Mas ya no estás para entregártelas, así que las uso para decorar mi comedor. Pero no es lo mismo.

Porque la razón para comprar esas flores siempre fue lo que tú hacías al recibirlas. Sonreír.

Y tu sonrisa lo era todo.

Yo pensaba que esa sonrisa tuya era gloriosa, que me podía elevar al cielo de tan sólo verla. Curarme de todo lo malo y dejarme llenar en la alegría de tu alma. Por eso, aunque los años pasen, no me acostumbro a vivir sin ella.

Tú eras tan genial, paseando por el mundo como si este fuese tuyo. Riendo y gritando a los cuatro vientos cada pequeña cosa que por tu mente se pasaba. Siendo tú con tus amigos.

Eras tan diferente a mí, tan ajeno. Tan extraño a mis ojos, y aun así quería dejar de ser tu amigo. Pero el miedo y la confusión de sentirme así pudo más que yo. Y por eso rompimos. Y también por eso nos unimos.

Por eso lo pensé muy bien antes de plantarme frente a ti y susurrar mis sentimientos varias veces porque no alcanzabas a escucharme.

Y desde entonces tú solías caminar conmigo a casa. Porque nos hicimos pareja después de que te abalanzaras a un avergonzado yo, diciendo que también te gustaba. Haciéndome feliz.

El camino a casa después de ese día dejó de ser en solitario. Y al poco tiempo comenzamos a caminar tomados de las manos. A ti poco te importaba lo que la gente pensaba cuando nos veían, a dos chicos tomados de las manos como una pareja.

Pensaba que realmente eras fuera de este mundo. Tan desinteresado, tan valiente, tan determinado. Tan tú.

Era tu más grande fan, te admiraba y te amaba. Y lo mejor era que me correspondías.

Me enamoraba de ti cada día, porque cada hora, minuto y segundo a tu lado era diferente al resto y eso me hacía quererte más.

Ni las peleas, ni el dolor, ni nada me hace olvidar aquellas tardes en la colina en donde pasábamos el rato. Sólos tú y yo. Hablando de temas que en ese entonces eran serios para nosotros, pero ahora que hemos madurado reconocemos que eran tonterías puras. Yo mirándote y a veces riendo cuando cantabas las canciones que escuchábamos. Cambiabas las letras y no te importaba porque lo disfrutabas.

Me pregunto si todavía piensas en mí. Si esa persona que esta contigo te ama la mitad de lo que yo una vez lo hice.

Y, si puedo atreverme, quisiera pedirte que me mantengas en tu corazón. Que me recuerdes como yo te recuerdo. Que me tengas en un espacio, como tu primer amor con quien pasaste una buena época. Quisiera que te quedes con las cosas positivas y no recuerdes el dolor de nuestra separación. Y aunque es egoísta, quisiera que olvidaras mi cobardía, y me perdonaras por no haber luchado más por ti.

Ni siquiera tienes que recordar mi nombre, o mi rostro, no tienes que hablar de nuestro pasado. Solamente mantenme en tu mente, recuerdame cuando juegues voleibol o pienses en tus años de preparatoria.

Mantenme en tu vida, como un pasado distante. Como algo que ya murió y no volvera. Y si me ves en la calle, no tienes que detenerte y saludarme. Simplemente sigue caminando y acuerdate de todo.

Sólo mantenme.

Flaws  || Asanoya songficsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora