Ghost

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Enterramos una parte de él. Dos costillas, medio brazo y una pierna fue incinerado para que yo lo conservara, el resto fue entregado a su familia. Me resulta difícil pensar en como debe ser dormir eternamente sólo con unas partes de tu cuerpo. Y me es más difícil aun aceptar el hecho de que él ya no está. Quisiera que mi alma también fuese enterrada.

Si tan sólo le hubiera dejado llegar casa aquel día, en vez de pedirle que se desviará a traerme un poco de helado del centro comercial. Tal vez ahora mismo estaríamos comiendo en algún otro sitio. Porque del puesto en el mall no quedaron más que escombros.

Y aunque duele, y la culpa es creciente. Tengo gente que me rodea, mis amigos que me acompañaron en el pequeño funeral extra que organizamos en el patio trasero. Enterré sus cenizas junto a una planta. De ese modo Asahi iba a vivir en el árbol que iba a crecer.

Mientras que a mí me mandaban a descansar.

Y estaba en nuestra habitación, como Suga, Daichi y Tanaka me ordenaron. Pero en cuanto sus voces dejaron de oírse y el lugar quedó en silencio, por la ventana escapé.

Tomé la vieja bicicleta con la que salía a pasear junto a él las tardes de domingo. Esas en las que nos gustaba estar fuera hasta que la luna ya resplandecía alto en el cielo.

Inmerso iba cuando un auto me chocó. Por un momento creí haber oído su voz, y le sentí cerca. Me preguntó "¿Qué has hecho?" y yo me solté a llorar.

¿Por qué teníamos que enterrar a los muertos? ¿Por qué si de él no había quedado mucho? ¿De qué servía?

Cuando regresé a casa Suga me gritó.

"Ya basta" me decía mientras lloraba. Eso mismo pensaba yo cuando la noticia de su muerte me llegó. Creo que esas palabras también merecían morir.

Porque todo lo que juntos habíamos construido se vino abajo al instante, todos los besos, todas las risas. Todos los sueños que íbamos a cumplir. Éramos jóvenes y teníamos el mundo a muestra disposición. Pero entonces vino ese maníaco de cabello verde y se lo llevó todo.

Y aunque ahora estaba en prisión, no era suficiente. El hombre murciélago debió matarlo, así como él asesinó mi felicidad.

Porque me chocaron en la bici, era de noche. Pero la historia no terminó, reconocer el auto. Y el que antes debía ser mi vengador ahora se burlaba de mí. Pues no me mató cuando tuvo oportunidad.

Pudo haber alegado que no me vio, que estaba oscuro y fue un accidente. O simplemente me pudo dejar a mí suerte para que encontrará el fin y me reuniera con el amor de mi vida.

Y es que como Asahi no hay otro. Y nadie lo va a remplazar, nadie se puede comparar a él. La manera en la que sonreía, su voz ronca al despertar y los waffles que hacía para desayunar. No, nadie es igual a él.

Y por cosas del destino a mitad de la noche se desató una tormenta, y sus cenizas se borraron junto con la planta que debía crecer. Ahora ya nunca podré ser feliz, de él no queda nada.

Pues yo cavé el agujero donde me metí junto con mi tristeza. Con dolor y enojó cuando me enteré que el responsable de toda la basura en mi corazón se había fugado.

Fue culpa del justiciero, por no asesinarlo cuando pudo.

La muerte de Asahi era responsabilidad de esos dos. Me arrebataron lo que más quería en el mundo y ni siquiera pueden atreverse a acabar con mi sufrimiento.

Siento como todo cambia a mi alrededor, la ciudad también lo siente. Algo peor se acerca, y yo lo tengo que enfrentar solo, porque mi compañero ya no está. Por primera vez, desde que soy pequeño estoy sintiéndome con miedo.

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Bueno, esta cosa la hice para un concurso de drabbles de un grupo de hq. Espero que lo disfruten.

Feliz navidad💖💚❤💕

Flaws  || Asanoya songficsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora