la casa enbrujada

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Después de mucho buscar, Estefanía y su madre encontraron una casa para vivir en el nuevo pueblo al que se habían mudado para iniciar una nueva vida. La casa no era lo que ellas esperaban de un nuevo hogar: era muy grande pero muy vieja, y parecía que en cualquier momento podría caerse. Sin embargo, madre e hija decidieron darse una nueva oportunidad de empezar en esa nueva casa.

Estefanía y su madre decidieron dormir juntas en una de las habitaciones la primera noche, y desde ese momento se dieron cuenta de que esta casa no era igual a otras.

A las 3:30 a.m. la madre de Estefanía escuchó ruidos en la cocina y despertó a Estefanía. Ambas asustadas salieron en busca de aquello que había ocasionado el ruido, sin embargo, todo parecía normal, y no parecían haber intrusos en la casa.

Días después, Estefanía reposaba en su cama y al abrir los ojos observó cómo una sombra negra con un rostro demoníaco pasaba frente a ella mirándola fijamente a los ojos. Estefanía cerró los ojos de inmediato y llamó a su madre. Esta vino enseguida y le comentó que también había visto la misma sombra en la cocina.

Las noches extrañas y llenas de ruidos inexplicables continuaron. Incluso una noche, al abrir las llaves del agua solo vieron cómo salía sangre de las tuberías.

La madre de Estefanía llamó a una vidente reconocida del pueblo, que les explicó que la casa estaba seriamente perturbada por espíritus malignos que solo deseaban molestarlas.

La historia de la casa venía desde hace 150 años, cuando la primera familia que habitó la casa realizó un maleficio en el que asesinaron a inocentes, por lo que una de las brujas más reconocidas del pueblo lanzó una maldición a la casa y a la familia, embrujando la casa para siempre. Estefanía y su madre no tuvieron más remedio que dar el esfuerzo de su mudanza por perdido, y buscar otra casa para vivir.


200 historias de terror parte (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora