🍬Capítulo doce.

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J A E D E N ;

—Sí, es un sí definitivo— digo sonriente al verme al espejo.

Hay que admitirlo, esta camisa azúl cielo junto a estos jeans se ven increíbles en mí.

Tomo mi celular, después de ver la hora lo meto a mi bolsillo.

Apenas son las 9:00 am.

Bajo rápidamente las escaleras y me dirijo a la sala de estar donde sé con certeza que mi padre está, al no verlo ahí me dirigo al comedor, esta vez, encontrando a papá acomodando unos platos:

—Hijo, por lo que veo saldrás hoy— dice al verme, levantando su ceja.

—Sip, saldré. Nop, no es una cita. Quedé con Finn en su casa, ¿puedo ir?— pregunto.

—Sabes que sí, campeón. O al menos de mi parte— dice y mi sonrisa triunfante cambia por una mueca de confusión — mientras tu estabas en tu habitación, seguramente eligiendo el conjunto ideal, tu madre llegó.

Me maldigo mentalmente, ¿como pude olvidar que hoy mamá llegaría de su viaje?

—Lo olvidaste...

—Lo olvidé — le confirmo. Me doy la vuelta y camino rápidamente a la cocina, mamá estaba dándome la espalda, acomodando algunas cosas apuradamente.

—¡Mamá!— le sorprendo.

Ella voltea exaltada:

—¡Jaeden, hijo!— y me abraza, felizmente le devuelvo el abrazo — te extrañé tanto, siento mucho no haber subido a verte en cuanto llegué, pero tenía unos pendientes urgentes...

—No te preocupes, mamá, lo entiendo. Y también te extrañé.— aprieto más mis brazos a su alrededor, se había ido durante cuatro días, y enserio la extrañé.

Después de unos segundos nos separamos.

En la mesa al lado de nosotros se encontraban fotografías, documentos, y muchos, muchos moldes y cosas de repostería.

A mamá siempre le había gustado mucho la repostería, especialmente hacer pasteles, y hace algunos años, decidió abrir su propio negocio, y este ha sido todo un éxito.

Mi tía Kate, que quedó fascinada con cada creación de mamá cuando vino de vacaciones, le pidió que le dejara abrir una segunda tienda donde ella vive, con su nombre y con las mismas recetas, con el fin, claro, de que el negocio crezca y que mas personas conozcan las maravillas de mamá.

Es por eso que desde hace ya algunas semanas mamá se encuentra ocupada con los trámites y acuerdos con la tía Kate.

—Te ves guapisímo, ¿piensas salir?

—Umh, sí, pensaba ir a casa de Finn, pero me quedaré contigo mejor, ¡hay muchas cosas de platicar!— digo sonriente.

Mamá ríe y niega:

—No, hijo, tu ve con el. Ya quedaron en verse. Yo te espero aquí, seguiré viendo asuntos de papeleo y cuando vuelvas podemos comer todos juntos.

Sweet Exercise「 Fack 」pausada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora