Capítulo #4

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Sigo asombrada por la noticia que acabo de ver y escuchar y no me lo creo. Adrián es el heredero que tanto mencionaban.

Observo rápidamente el televisor y cambio de canal, pero en todos hablan sobre el nuevo jefe de las empresas Lowell. No entiendo nada. ¿Quiénes son los Lowell?

— Así como lo escucharon, luego de varios años del accidente, por fin conocemos al único heredero que quedó de las empresas Lowell. -Menciona un reportero llamando totalmente mi atención. — Como podemos recordar hace diez años ocurrió aquel terrible accidente en el norte del país, en donde la familia Lowell murió aquella noche, en ese terrible incendio. Ahora luego de tantos años por fin renace esta empresa, que sin duda podemos ver que tendrá un muy buen futuro.

Horrorizada escucho cada una de las cosas que menciona el reportero. Mi corazón se encoge al escuchar que la familia de Adrián murió en un incendio. Al parecer la identidad de Adrián ha estado oculta todo este tiempo... ¿Por qué revelarse ahora?

Mi móvil comienza a sonar y rápidamente lo tomo sin revisar el nombre, sé quién podría llamarme a esta hora.

— Mía estoy en shock, ¿Viste las noticias? No paran de hablar de Adrián, ¿Puedes creer que él ese el heredero? ¡El Adrián que conocemos Mía! El jefe guapo, el del restaurante. Yo no entiendo nada, ¿Tú sí? – Menciono todo rápidamente, esperando impaciente la respuesta de Mía.

Al otro lado de la línea solo se escucha una respiración muy pesada y agitada. Frunzo mi ceño al no escuchar respuesta y alejo el móvil de mi oreja para asegurarme que sigo en la llamada.

Mi respiración se corta y mis ojos se abren con sorpresa al leer el nombre de la persona que está en la llamada. "Adrián G"

— A-Adrián, discúlpame. Yo pensé que era... Pensé que Mía...-Hablo torpemente y mi respiración agitada me lo pone más difícil.

¿Por qué me pasan estas cosas? Qué vergüenza.

— Gracias. -Responde con su voz tan profunda. —Con esto ya puedo asegurarme de que no te acercaste a mí por interés.

Mi mente rápidamente hace un clic, al recordar la pregunta que me hizo en su balcón. "¿Acaso nos investigaste?" Ahora entiendo el porqué de su pregunta.

— ¿Tú estás bien? -Me atrevo a preguntar. — ¿Ocupabas algo?

— No lo sé... -Responde casi en un susurro y me es difícil imaginar cómo debe sentirse. Él siempre mostrándose tan rudo y serio, pero al escucharlo parece alguien totalmente diferente, alguien frágil. —Perdona por llamarte, no sé por qué, pero quería escuchar tu voz.

Mi corazón da un pequeño brinco al escucharlo, mis mejillas se calientan. ¿Por qué me siento así?

— Puedes llamarme cuando quieras... -Menciono sin saber qué más decir.

— Vale la pena llamar alguien que me considere un jefe guapo. -Menciona con diversión y por inercia llevo mi mano izquierda a mi rostro. Qué vergüenza.

— ¡Pensé que eras Mía! -Me defiendo.

Escucho la ronca carcajada de Adrián al otro lado de la línea. De verdad la necesito como tono de llamada.

— ¿Qué tengo que hacer para que cenes conmigo? -Pregunta con esa voz que tanto me gusta.

— Gánatelo. -Sonrío como si pudiera verme.

— Estoy seguro de que ganaré más que eso. -Responde con orgullo.

— Eres tan orgulloso.

— Y tú tan hermosa. -Suelta haciendo que mi corazón se acelere al escucharlo.

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⏰ Última actualización: May 14, 2021 ⏰

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