Ramé : algo que es caótico y hermoso al mismo tiempo
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Katsuki era un caos, uno hermoso y necesario para alguien como Shouto.
Era ese tornado que lo sacaba de vez en cuando de su zona de confort, una catástrofe que no puede faltar en su día a día.
Se aparece con sus palabras violentas y luego apacigua el ambiente con su elocuencia, algo así como una avalancha, donde él es el esquiador corriendo peligro de ser aplastado por la feroz nieve y luego, cuando al fin se encuentra a salvo en las faldas de la montaña, puede ver el nuevo paisaje que se presenta ante él. Caóticamente hermoso.
En un principio le molestaba de cierta manera que Bakugou siempre estuviera gritándole a todo lo que emitiera un mínimo ruido, pensaba que estaba loco, demente, le faltaba un tornillo, pero luego de oírlo hablar sobre su quemadura todo aquello se despejó.
Ahora esperaba por esas tardes donde Katsuki lo insultaba, pero a su vez lo acariciaba con pequeñas palabras.
—Deja de mirarme así, maldita sea —otra vez el entrecejo fruncido—. Me pones de los nervios
—¿Te pongo nervioso? —su calmada voz hizo a Katsuki tragar saliva más de una vez.
—¡Sí, bastardo, cuando me miras así siento que la piel se me eriza y esa mierda es molesta! —su respiración agitada lo incito a tomar al más alto, por sólo unos centímetros, por el cuello de la camisa con fuerza.
Shouto entreabrio sus labios para responder, pero fue interrumpido por los impulsivos actos del rubio explosivo que lo llevaron a tomar los labios ajenos entre los suyos en un baile brusco y apasionado.
Las manos de Katsuki se soltaron para tomar con una de ellas la nuca de Shouto e impedir que este se separara, Todoroki aventura las suyas al rostro ajeno para acariciarlo con sus pulgares con parsimonia.
Esta vez el caos lo atrapo por completo y lo hacia parte de su tan destructivo y hermoso acto.
