7.Nuevas compañeras

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-Clarie despierta- me llama mi hermano- si no despiertas, tendrás que andar hasta el colegio- me advierte.

        Me despierto. Las siete de la mañana. Me preparo para ir a la escuela y bajo a desayunar. Si, las famosas tostadas quemadas de las que habló Henry estaban sobre la mesa de la cocina. Mamá se disculpa con la mirada y yo las hecho medio bote de mermelada. Deliciosas. Nótese la ironía. Cuando terminamos, Henry y yo nos subimos al coche y me lleva a la nueva escuela. Estoy nerviosa, y él lo nota.

-Tranquila princesa,- me sonríe- solo se tu misma y todo saldrá bien.

-Vale-digo no muy convencida- ¿me traerás tú todos los días?-le pregunto esperanzada.

-Si, papa me a prometido un coche. La universidad queda un poco lejos.- Se para frente a un edificio- Llegas pronto, tienes que recoger los libros y tu horario en dirección-me da un beso en la mejilla- Ten un buen día.

        Un inaudible <<gracias>> sale de mis labios. Entré sin mucha decisión al edificio y miré el mapa, todo un laberinto de pasillos, clases y taquillas.

-¿Te ayudo?- dice una voz detrás de mi- Si no conoces bien el colegio puedes llegar a perderte- me giro y ella extiende su mano- Soy Kayla y tú debes de ser la nueva.

-Si- aprieto su mano-Soy Clarie, y te agradecería mucho si me llevas hasta dirección.-dije con una sonrisa.

-¡Claro, será un placer!

        Nos dirigimos en silencio hasta dirección. Parecía simpática, todo el tiempo sonreía. Con un largo pelo negro, liso y unos ojos oscuros, con un brillo especial. Me mira, me sonríe y sigue caminando hasta detenerse frente a una puerta con letras bien grandes. DIRECCIÓN.

-Gracias-la digo con una sonrisa.

-No hay de que, ¿te veo en el descanso?- dice con una sonrisa.

-Claro.

        Se da la vuelta y se aleja. Suspiro y entro por la puerta. Una secretaría muy amable me recibe con una sonrisa y me entrega mis libros, mi horario y un pequeño mapa de la escuela donde están marcadas mis clases. Salgo de allí y me dirijo a mi primera clase. Historia. En ese momento me acuerdo de Lucy y de que hoy tiene que presentar nuestro trabajo sola. Y la extraño durante toda la mañana.

        Cuando suena la campana que avisa el comienzo del descanso miro el mapa y me dirijo a la cafetería. Me coloco en la fila para comprar algo de comer cuando siento unos golpecitos en mi hombro. Me giro y ahí está Kayla con su sonrisa.

-¡Hola! ¿Qué tal la mañana?

-Larga, pero bien- digo con una pequeña sonrisa.

        Cojo mi comida y me siento en una mezo con ella y su pequeño grupo de amigas. Puedo reconocer a alguna que ha estado en clase conmigo pero no puedo recordar sus nombres. Como en silencio hasta que me doy cuneta que Kayla no ha estado en ninguna de mis clases.

-Kayla, pensé que estarías en mi curso.

-¿Yo?-ríe- No, no. Yo llevo en este colegio desde que lo inauguraron-rie de nuevo- he repetido curso incontables veces. Tengo ya 21 años, casi, casi podría ser tu madre.-Todas nos reímos de su broma.

        Al final del día salí con una sonrisa de aquel edificio. Me divertí, lo que no había hecho en años e incluso tenia un pequeño grupo al que pertenecer. Todo empezaba a ir mejor aquí, en Los Angeles.

        Mi hermano ya estaba en el parking esperándome. Fui muy feliz hasta él y le besé en la mejilla. Se sorprendió pero me respondió con una amplia sonrrisa.

-¿Un buen dia?- me pregunta dudoso.

-Si-le contesto con una sonrrísa.

-Me alegro princesa.-abre la puerta del copiloto-¿nos vamos?

        Monto en el coche y nos dirigimos a casa. En el camino hablamos del día, de los nuevos compañeros incluso de chicas. Mi hermano ya estaba tramando algo con una de ellas.

-¿Es rubia?-pregunto asombrada

-Si. En frente de la universidad hay una academia de baile y salía de allí. Era muy linda- se muerde el labio- quien la pudiera coger…

-¡Henry! Que estoy aquí- le reprendo.

        El solo ríe. Me gusta verlo feliz, se lo merece después de todo lo que ha tenido que hacer por mi…

        Cuando llegamos a casa mamá ya tiene preparada una “comida especial para celebrar el primer día de clase” y, sorprendentemente, estaba riquísima. Mas tarde descubrimos que la había comprado en un restaurante. Mi querida madre no tiene remedio.

        Terminamos de recoger los platos de la comida entre todos y subo a mi dormitorio a hacer mis tareas de clase. Estaba concentrada en un problema de trigonometría cuando oigo un coche. Me asomo a la ventana y, efectivamente, son mis queridos vecinos. En realidad uno de ellos, el rubio que me saludó. Coge una bolsa del maletero y entra por la puerta del patio. Me quedo sorprendida cuando vuelve a salir y mira hacia mi ventana y saluda de la mismo forma que la otra vez. Abro mi ventana decidida a decirle algo, cuando alguien grita desde dentro de su casa:

-¡Riker!

        Y él entra de forma apresurada por la puerta. Riker, pienso, bonito nombre para un lindo chico. Cierro mi ventana de nuevo y me concentro en trigonometría. Es inútil, solo pienso en Riker, en Riker y en su sonrisa.



Misterios de Amor~Ross Lynch~[PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora