Capitulo 12

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ATENCIÓN: Los personajes aquí descritos pertenecen a Marvel y al maravilloso Stan Lee.

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El camino hacia la mansión fue incómodo y silencioso. Los héroes dentro del Quinjet no cruzaron palabra alguna y Charles se mantuvo inusualmente callado, hundido en sus pensamiento y preocupación. Erik se mantuvo cerca para sorpresa dd los Vengadores, mientras Mystic y Logan les vigilaban a la distancia.

Cuando finalmente arribaron, las llamas aun consumían los escombros de lo que alguna vez fue la mansión y Charles suspiro derrotado. ¿Cuando podría su hogar mantenerse fuera de ataques?
No perdió demasiado tiempo en sus divagaciones o pensamientos dañinos que le desviarian de su camino. Busco a sus niños, quienes al reconocerlo se agruparon a su alrededor temerosos y asustados; no tenían un hogar y algunos ni siquiera podían volver a su antigua casa por que habían sido echados o ya no existía.

Mientras Charles explicaba a sus niños e intentaba calmarlos, Logan se apresuro a donde Rogue estaba para ver el estado de sus compañeros.
Todos yacían recostados sobre sus espaldas, completamente inmóviles, con heridas visibles mas no peligrosas y rastros de hollín combinado con sangre en sus rostros y ropa.

La castaña estaba con los ojos hinchados y rojos, con un rastro de lágrimas que se secaron al descender por sus mejillas mientras sus manos empuñaban el césped debajo de estas.
—No despiertan Logan —susurro asustada.

Logan se acerco a cada uno para comprobar su pulso y respiración, tomando un gran respiro cuando se aseguro que estaban estables.
—No te angusties —dijo mientras colocaba su mano sobre los cabellos de Rogue —Ellos solo están inconscientes, pero están bien.

—Gracias al cielo... —susurro Rhodes con alivio mientras se acercaba.
Detrás de él estaban Natasha y Visión que observaban a los X-Men atentos.

Natasha observo la situación y su alrededor analizando todo. Los X-Men estaban heridos, cansados, asustados y ahora desprotegidos. Ya no tenían su hogar, de hecho ellos tampoco lo tenían ya. No les quedaba nada.
—¿Que es lo que haran ahora? —cuestiono la rusa, suavizando un poco su tono para no parecer agresiva.

Rhodes y Logan se miraron unos momentos sin llegar a ninguna conclusión aparente.

—Nos levantamos —interrumpió Charles acercándose con sus alumnos detrás.

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//Base de Hydra, Siberia//

Superior arribó en la base con elegancia. Un perfecto aterrizaje con sus piernas extendidas y su brazo derecho sujetando el cuerpo laxo de una mujer. Frente suyo, el líder Skrull sonreía ampliamente mientras que a su lado se encontraba la misma Skrull que habia fingido ser Potts.

—Bienvenido, Superior —saludo el Skrull con complacencia, usando aquel acento alemán de Red Skull.

Superior deposito el cuerpo de la pelinegra en el suelo, justo frente a su lider, quien la observo con una sonrisa, y despues irguio su postura manteniendose firme frente a él.

—Madame Hydra —dijo la Skrull con una sonrisa en cuanto reconocio el cuerpo frente a ellos —Debo admitirlo —se acercó al castaño quien permanecía estático en su lugar —Es un tesoro invaluable —una sonrisa lasciva deformo su rostro y paseo lentamente su mano por el abdomen de Stark —Fuerte... —ascendio su mano por su pecho y acaricio su cuello —Obediente... —tomó su mandíbula con fuerza acercandolo a su propio rostro para conectar sus ojos con los vacíos zafiros de Superior— Y sin fuerza de voluntad —lo soltó entonces y camino rodeándolo —Seria terrible perder a tan valioso activo, ¿como lo evitaras? —indagó sin despegar su vista del castaño.

El Precio De Los DañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora