Capitulo 37

2.6K 243 93
                                    

Tony uso su tiempo en la ducha para pensar y apartar la incomodidad que hacia arder la parte posterior de su cráneo. El agua caliente disminuyó el cansancio de sus músculos, los cuales se sentían repentinamente pesados.

Una vez terminada, salio solo con sus pantalones puestos, para encontrarse a Charles en la entrada de su habitación.

—¿Estas bien? —pregunto Charles con voz suave, avanzando dentro con un silencio inusual.

—Yo... ¿si? —vacilo Tony mientras se dejaba caer en su cama.

Sus rodillas quedaron al borde, por lo que sus piernas estaban colgando. Sintiéndose repentinamente cansado, Tony levantó su antebrazo para cubrir sus ojos y dejo el otro caer libremente en la cama. No fue mucho después que sintió una suave palmada alentadora en su rodilla que Tony se atrevió a apartar el antebrazo y mirar a Charles, quien le miraba con preocupación. Si fuese cualquier otra persona, el genio se abría puesto a la defensiva de inmediato y cerrado su expresión en la mascara de indiferencia habitual, pero este era Charles; el mismo hombre que le cuido por un corto tiempo en el MIT y quien le ofreció siempre un descanso y consuelo cuando lo necesitaba. 

—Yo solo... tuve un recuerdo —admitió Tony en un susurro, aun un poco inseguro —Los flashback suelen ser cansados y deprimentes, pero este fue... doloroso —dijo mientras su ceño se fruncía por el recuerdo del ardor profundo.

—Escuche que fue acerca de Logan —condujo Charles con suavidad. Él estaba dispuesto a guiar los recuerdos de Tony, pero solo si el genio se lo permitía.

Hubo un silencio prolongado. Charles estaba a punto de desistir y distraer a Tony con otra cosa, cuando el genio hablo.

—Eso creo, no lo se... —suspiro y se incorporo de nuevo, dejando sus manos sobre su regazo —No fue mucho, tan solo... 

De pronto, Tony estaba sonrojándose y Charles no pudo evitar soltar una pequeña risa ante ello. Él sabia una cosa o dos acerca del pasado de sus dos amigos, así que lo llevaría de la misma forma que con Logan; dejando que ellos mismos hablaran.

—De todos modos —carraspeo Tony mientras cerraba los ojos —No entiendo por que dolió tanto. Apenas fue un susurro de su voz, ni siquiera duro tanto y tampoco fue algo malo...—dijo, sintiendo su rostro arder de nuevo —Pero dolió similar al recuerdo de Howard.

—¿Podría ser por el tiempo? —Charles dijo y al ver la mirada confundida del otro, siguió —Tal vez, ya que es tan antiguo como los de Howard, el ardor es mas intenso, quizá...

—Tú lo sabes, ¿no es verdad? —interrumpió Tony con los ojos entrecerrados con sospecha —Lo que sucedió entre Jam-Logan y yo...

Charles suspiro y asintió —Logan me contó un poco —admitió mientras unía sus propias manos sobre su regazo —Pero no puedo decirte mucho, Tony, apenas confirmar lo que llegues a recordar en caso de que él mismo no quiera hacerlo por ti.

Tony suspiro y se dejo caer de nuevo en la cama —Por supuesto que no lo harás —dijo de forma resignada —Yo solo...

Jefe, lamento la interrupción, pero el director Fury solicita una videollamada con usted —informo la IA con tono sospechoso. 

—Ugh... —se quejo el genio mientras soltaba un profundo suspiro y se levantaba —Bien. Transmitelo a la sala de juntas y... ¿dijo acerca de que quería hablar? —pregunto Tony mientras ya estaba a medio camino de colocarse la camisa.

Si, es acerca de los fugitivos —dijo FRIDAY con disgusto.

Tony se congelo a mitad de paso cuando se dirigía a la entrada. Sus entrañas de pronto se revolvieron con incomodidad y algo ardió en la parte posterior de su cerebro. Tony no recordaba a ninguno de sus antiguos ex compañeros, realmente no, pero cada que se hablaba acerca de ellos o mostraban imágenes, Tony se sentía inseguro y sus bellos se levantaron por la sensación de peligro. Él no entendía del todo y realmente no le presto atención por que no tenia sentido. Pero con el reciente recuerdo, esa voz en su cabeza estaba mas presente y ante la mención de los Fugitivos, estaba gruñendo palabras de desprecio. Bueno, no es como si supiera exactamente que palabras, pero por la forma en que la repentina oleada de ira y dolor se disparaba en su cerebro, Tony creía que no eran agradables. El genio habría protestado y callado a la voz, pero la sensación de que lo hacia por su propio bienestar era tan fuerte, que era incapaz de reclamar.

El Precio De Los DañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora