XXIX

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Tengo una guitarra sin cuerdas.
Tengo una flauta y no hay viendo.
Tengo un piano, pero no están los dedos.

Tenía un cuaderno de ojos amarillentas,
donde escribía con tinta polvorienta.

Pero entonces, el viento arrancó las páginas
una por una.
De a poco las hojas de volvieron viento
y la tinta se convirtió en recuerdos.

"El cuaderno que el viento se llevó"

El Cuaderno que el viento se llevóDonde viven las historias. Descúbrelo ahora