Ha pasado una semanas desde lo qué pasó con el pequeño rubio y ha de admitir qué las cosas siguen un poco tensas, pero esa sensación casi se disipa por completo, solo es cuestión de esperar.
En esa semana, Peridot ha actuado "extraño" con su compañero, Lapis Lazuli. Y este último lo había notado, también había notado qué adoptó ese comportamiento desde qué le dijo qué era un gran asesino, tiene algunas sospechas de que ese cumplido afecto en mayor parte a la actitud de su compañero.
Bueno, pensó que lo mejor sería dejar qué el tiempo lo decida todo...
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Con el pasar de una semana seguían sin tener ninguna misión, no les sorprendió. Han habido veces en las qué no trabajaron por tres meses y bueno, no mucha gente es contratada para matar a otras personas. Cuando se elige a la víctima, normalmente son por motivos de venganza. Pero eso sí, en algunas ocasiones han tenido que viajar a otros países, lo qué mayormente significa qué la persona o personas son importantes y ricas.
El no tener trabajo dejaba ansioso a Peridot, el realmente adora su trabajo.
Y en cuanto a Lapis, bueno... A el mucho no le interesa. Cuando hay trabajo, se hace y cuando no, no se preocupa. De hecho tiene más tiempo para sus cosas y demás.
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—Laz— El rubio hizo su aparición por la puerta de la cocina, dirigiéndose al lado del de ojos azules.
—Que necesitas?— No giró su rostro para ver a su compañero en ningún momento, siguió en su labor de limpiar los platos, el hacia los labores de la limpieza, era bastante pulcro, claro, no tanto como Pearl, esa mujer se vuelve loca si algo no está ordenado o mínimamente limpio.
—Queria saber si... Bueno, me acompañas a comprar algunas cosas— Miró hacia arriba, donde el rostro de Lazuli se apreciaba mejor. Odiaba ser enano y odiaba que el peliazul mida como dos metros.
—Uh?, Qué quieres comprar?— Esta vez si miró hacia abajo, donde estaba el de pelos dorados.
—Mi computadora ha muerto. Necesito comprar un equipo nuevo, y comprar lo demás y pues como son muchas cosas, pensaba si me podías ayudar— Sonrió tranquilamente, deseando que su contrario le ayude. Realmente necesitaba una mano y tal vez podía acercarse un poco más al muchacho de rostro inexpresivo.
—...— Lo miró directamente a los ojos, se quedaron así un minuto entero. Tras otro minuto de miradas eternas decidió que lo ayudaría. —Bueno, te ayudaré. Solo espera qué termine de limpiar esto— Dicha ya la frase, volvió a su trabajo.
—Oh si!, Gracias Bob!— Le dió un golpe amistoso en el hombro.
Lapis se detuvo en seco. Un aura oscura lo rodeaba. Peridot se puso pálido. Lazuli odiaba qué le digan Bob.
—U-uh... Digo, L-Lazuli!, Haha...— Rió nerviosamente, apartándose un poco de la figura esbelta qué se encontraba en frente suyo.
Lapis lo miró directamente a los ojos otra vez, pero con una mirada espeluznante.
—No me llames así, si no quieres dormir con los peces como al hombre qué asesinamos días atras— Se agachó un poco, aun con esa mirada y con la voz fría y cortante.
—Si, si, si, lo siento, lo siento, me olvidé que no te agradaba hehe..— Peridot era un manojo de nervios. Lapis aveces le daba miedo.
—Más te vale— Volvió a limpiar los platos.
El rubio no dijo más y se alejó lentamente, para posteriormente correr hacia la escalera e ir a su habitación, cuando vayan s comprar va a tener muy en cuenta los apodos que de vez en cuando se le escapan.
No sabía muy bien por que Lazuli odiaba el apodo"Bob", pero si sabía qué no tenía qué nombrarlo nunca.
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Hey... Hola, disculpen la tardanza, es que no he estado inspirada estos días :/
Y el capítulo es muy tranquilo, a decir verdad algunos capítulos van a ser un poco así, pero es por que se viene algo bueno :-D
Bueno ya, espero que almenos les haya gustado un poco lol y como siempre, me disculpo si hubo una falla en la escritura.
Gracias por leer, adiós!