ESOS OJOS OTRA VEZ

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Se removió nervioso es su asiento.

"Claramente estoy soñando... "

Se pellizcó con fuerza el brazo bajo la mesa y sus labios se torcieron en un pequeña mueca.
Dolió.

Y si dolió significaba qué...

"No puede ser..."

Negó suavemente con la cabeza. Todos empezaron a convensar sobre acciones, inversiones y bla, bla, bla. Cosas que a él en ese momento no le importaban.

Se aisló de la conversación y se dispuso a detallar disimuladamente el rostro de la tal Rachel "Jackson".

"Mierda, es idéntica... "

La silueta de la barbilla, la forma de los ojos, el matiz pálido de su piel sin ninguna imperfección y su semblante frío e indiferente.

Hasta la maldita forma de curvar levemente los labios cuando estaba disconforme con algo era exactamente igual.

Tenía que ser ella.

No había otra explicación.

Los nervios y la confusión dieron paso a la incomodidad y sofocación. Un ola de sentimientos lo abatió con fuerza, y todos lo pilares que había construido durante esas semanas empezaron a derrumbarse todos a la vez.

Y la lógica se fue a la mierda.

Cuanto más lo pensaba menos sentido tenía. Y si intentaba encontrar explicaciones a lo que estaba pasando, siempre acababa en un laberinto sin salida. Siempre con una maldita pared bloqueandole el paso.

Se mordió el interior de su mejilla con fuerza y frustración.

Al cabo de una eterna hora en la que no pudo hacer otra cosa que gabaratear opciones en su libreta, evitar las preguntas que le hacían y mirar de reojo una y otra vez al rompecabezas que ocupaba su mente, que no había hablado en toda la hora; así que no podía comprobar si su voz también era la misma;  todos empezaron a despedirse y levantarse de sus asientos.

Por inercia, se levantó con algo de torpeza muy inusual en él, recogiendo sus cosas metiendolas en la cartera.

Después salió apresuradamente de la sala, rezando por un poco de aire fresco.

Esperó apoyado en la pared a que su padre saliera, tenía que obtener desesperadamente información sobre la familia Jackson, y más importante, sobre Rachel.

Después de unos largos 5 minutos en los que salieron casi todos, se puso a pensar en la pequeña posibilidad de que estuviera viva. Y lo que eso significaba.

La unica persona que le había importado y querido de verdad estaría viva.

"Rachel está viva..."

No importaba como, si todo lo que estaba pasando era verdad, significaba que ella estaba allí de nuevo. Que aún le quedaba otra oportunidad.

Suspiró derrotado destensandose.
Todas esas malditas emociones le estaban dando un dolor de cabeza que amenazaba con aumentar.

Cerró los ojos pensativo ignorando todo el ajetreo y los ruidos a su alrededor.

Al fin su padre y el jefe de la otra empresa junto a Rachel salieron de la sala de reuniones hablando. Por la sonrisa enmarcada en los labios de ambos hombres, dedujo que la negociación le había ido bien a su padre.

Después notó otra mirada en él. Y sus ojos chocaron de golpe con esos ojos violetas que había extrañado durante mucho tiempo.

Ninguno quitó la mirada de los ojos del otro. Por un momento Damian contuvo la respiración, esperando que algo explotase o algo así.

Estaba a un escaso metro de ella, que estaba estática con las manos metidas en los bolsillos de la chaqueta negra de su traje, que en opinión de Damian le quedaba excepcional.

De pronto la boca de la chica se abrió ligeramente, como buscando las palabras perfectas que decir. Damian pestañeó confundido. Pero ella solo volvió a cerrarla rápidamente, arrepintiendose de haber intentado hablar, y apartando la mirada de él para clavarla en el pulcro suelo de mármol.

Damian tragó saliva confundido, dirigiendo su mirada también en él suelo.

Tras unos minutos de nerviosismo, los  dos hombres terminaron su conversación con un enérgico apretón de manos.

-¿Y este quién es? Se parece mucho a tí, Bruce.

Damian levantó la cabeza rápidamente hacia el supuesto padre de Rachel, que lo miraba con una sonrisa amistosa.

-Es Damian, mi hijo- su padre lo puso junto a él con una mano en su hombro.

Damian saludó con la cabeza, mirando de reojo a Rachel, que lo miraba inexpresiva.

"¿Y este se supone que es el supuesto padre de Rachel, el Gran Trigon? "

-¿No es demasiado joven para trabajar aquí?

Damian frunció un poco los labios y se cruzó de brazos. Odiaba que le dijeran que aún era un niño.

-Si, pero solo trabaja aquí de prueba. Tiene que adaptarse para el futuro- respondió su padre quitando la mano de su hombro.

El señor Jackson asintió con la cabeza.

-¿Y ella no es demasiado joven para trabajar en tu empresa?- añadió Bruce, como contraatacando su anterior pregunta.

-Sí, lo es- río. Rachel lo miró algo molesta apretando los labios- pero Rachel trabaja en ella por que yo le obligo, es la futura heredera, y al igual que tú con Damian, quiero que éste preparada.

Padre e hija compartieron mirada por unos instantes, ella con una ceja arqueada.

Bruce sonrió por la similitud de su hijo y Rachel, según él.

-Perfecto, entonces nos vemos en...

Damian y Rachel perdieron el hilo de la conversación. Realmente a ninguno de los dos les interesaba.
Sus ojos volvieron a unirse.
Damian tenía la cabeza bastante ocupada por ella, y Rachel...simplemente no le gustaba estar allí.











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