-Necesito estos informes para mañana.
-Sí, claro.
-¿Le pasa algo, Wayne? Le noto cansado.
Damian miró de reojo al hombre y negó con la cabeza.
- Solo necesito descansar. Estoy bien- se obligó a sonreír amargamente y volver a seguir apuntando en su libreta.
El hombre se rascó la calva mientras asentía no muy convencido y salió por la puerta.
Llevaba más de dos días casi sin dormir rellenando papeles y más papeles. Casi no había pisado la mansión.
Y el dolor seguía ahí.
-Ah... - suspiró agobiado dejando el boli aparte.
Un pitido constante hizo que abriese los ojos de nuevo y chasquease la lengua molesto.
-¿Diga?
-Mañana tendrás que acompañarme a una reunión con el jefe de otra empresa. Podría surgir un buen trato. 7 AM, no quiero que faltes.
-Está bien, padre... - susurró desganado.
-Intenta dormir un poco, Damian. Hasta mañana- y cortó.
"Genial... "
Justo a las siete ya estaba en la puerta, con su traje negro y corbata azul perfectamente hecha. Sumido en sus pensamientos sin prestar atención a la gente que pasaba delante de él apresurada.
Suspiró por milésima vez en esa semana y levantó la cabeza del suelo al oír una voz llamándolo.
-Damian, despierta. Venga, los de la otra empresa ya están aquí.
-Buenos días a tí también, padre- frunció un poco el ceño siguiendo al hombre a la sala.
Ambos se sentaron junto al panel de exposiciones.
Su padre se puso a hablar con la gente que iba llegando. Incluso lo había visto reír.
"¿Y este es el gran caballero oscuro...?"- levantó una ceja escéptico.
Apartó la mirada y volvió a encerrarse en su mundo.
A los pocos minutos un hombre alto y robusto con los ojos y pelo oscuros más joven que su padre acompañado por una figura femenina pequeña y delgada entraron por la puerta.
Damian levantó la vista confuso al observar mejor a la chica.
Probablemente de su edad, melena negra, ojos...
-¿Pero qué mierda...? - susurró tensándose.
Era imposible. Totalmente imposible.
"No es posible, no es posible... La ví morir... Está muerta... "- apretó los dientes impotente.
Estaba tan sorprendido que nisquiera apartó los ojos cuando ella lo miró.
Cuánto más la veía más se convencía de que era ella.
Era exactamente igual.
-Bien. Estos son el señor Jackson y su hija Rachel... - oyó a su padre sin quitar la mirada de los ojos de la chica, que tampoco se negaba a apartar la mirada.
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BLANK MIND
Fiksi PenggemarTras un hecho horrible, Damian decide abandonarlo todo y resistirse al olvido. ¿Qué pasará cuándo todo no sea lo que parece?