Finalmente, cuando empezaba a anochecer cogí unos cuantos de aquellos hongos y salí a correr hacia mi casa. Estaba temblando, mi cuerpo sudaba.
Puse música en mi cuarto para que mamá se diera cuenta de que había llegado, aunque no la quería ver, no quería saber de ella, quería que supiese que ya estaba en casa. No se por que o para que, pero un sentimiento de culpa se apoderó de mi cuerpo, estuve a punto de no hacer lo que hice, pero al final me decidí.
- Yo hago la sopa -Le dije a mi madre fingiendo cortesía. Ella asintió y se retiró de la cocina. Era mi oportunidad.
Empecé a hacer la sopa como de costumbre, pero al final piqué aquellos hongos en trocitos y los eché a la sopa. Hice solo para mi madre pues sería estúpido que yo comiera de aquella sopa envenenada.
Apenas estuvo lista la sopa, serví y le lleve a mamá. Ella me preguntó donde estaba mi plato, le mentí diciendo que ya había comido. Una vez terminó de comer lave todo y me acosté. Estaba feliz esperando que el veneno surtiera efecto ¡Que estúpida fui!
Todo salió como lo planeado y al otro día mi madre amaneció sin vida, por mi culpa. Pero a mi no me importó, por fin era libre. Pero... ¿Acaso en algún momento estuve atada? Mi madre siempre me permitió hacer lo que quise, así que no se porqué lo hice.
Pero lo hecho, hecho está.
Los días pasaron y empecé a adquirir mas responsabilidades. Esta vida era agobiante.
Nadie nunca supo de que murió mi madre hasta que un día todo cambió.
Desde el día que cogí lo hongos y me encontré a Max antes de cogerlos nos hicimos grandes amigos y el venía a visitarme después de la muerte de mi madre y eso hizo que mi amor creciera de una manera descomunal y, al parecer lo mismo le pasó a él.
No tardamos mucho en hacernos novios, pues ambos teníamos una conexión especial. La vida era tan bella con él a mi lado. Él era mi felicidad, mi vida entera, por él vivía y me despertaba cada mañana. Lo mejor de aquello era eso, despertar, pues siempre era yo quien despertaba primero y lo veía durmiendo, era el mejor sentimiento, el ver sus hermosos labios. Cada mañana al despertar lo besaba sin que el supiera, era la mejor sensación.
Había pasado un año desde la muerte de mi madre. Yo no había echado todos los hongos que traje a la sopa y por algún error no los boté tampoco pensando que se descompondrían y todo terminaría ahí. Pero no fue así.
Esa noche en la que asesine a mi madre fue el comienzo de la verdadera tragedia
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Caperucita Y El Lobo: La historia detrás de la historia
FanfictionEn un intento de libertad caperucita comete el peor error de su vida, lo que no sabe es que aquel error solo fue el comienzo de la verdadera tragedia