Yo contigo, tú conmigo.

CAPÍTULO 4 - Sueño

Daniela Calle.

Y tuve por un momento muchos nervios encontrados al ver como Poche me hablaba tan sería, pero estába dispuesta a escuchar todo, aún qué la culpa fué de las dos, no me gusta discutir con ella.

Dime, ¿Que pasa? Y si es sobre la pelea de ayer en la noche no quiero hablar de eso, no quiero que enteres por boca de otros. - no quería discutir ya con ella eso es lo más horrible qué podemos hacer. Le iba a comentar qué Jennifer me había ayudado ahora en la madrugada qué habíamos estado hablando de todo un poco y que me había tranquilozado.

- Me dirás sobra las hermosas fotos con tu amante? Están por todas las redes miles y miles de fotos de esa tipa, sabés un día me la encontraré sola y le enseñaré qué no se debe meter con lo que no es de ella, pero tú explícame eso Daniela, estaban muy románticas, tomandose de la mano como se miraban y por último el abrazo tan hermoso qué se dieron. - demonios lo qué no quería qué interpretara de la peor forma eso, pero basta me estaba tratando mal y me creyó capaz dr engañarlo qué le pasa estába demasiado enojada.

Okay ¡POCHE PUEDES CALMARTE! No puede ser qué hayas pensado lo peor de mí con eso, te lo iba a contar. Cuando subía al último piso ví a Jennifer sentada en la mesa donde siempre me siento yo, y pues necesitaba desahogarme con alguién y pues ya nos habían presentado solo me senté y empeze a llorar y obviamente ella solo me abrazó lo de nosotras no es más que una amistad pero veo qué eso no te queda claro a tí, Poche me iré a dormir con mí Padre y no quiero qué llegues ahí porfavor estoy demasiado decepcionada de tí y de como puedes pensar eso de mí. - claro está qué no quería hablar con ella no en éste momento el verla a los ojos y qué hasta sus ojos me rechazarán como si yo fuera el peor humano de la faz de la tierra me dolía muchísimo, por eso decidí irme donde Germán sabía qué mí padre podía ser mí mejor consuelo.

Tome mí coche y conduje hasta donde mí padre y no estaba...

¡Demonios papá! ¿Donde te has metido? - estaba desesperada y suspire esas palabras.

Entonces a un par de cuadras estaba un pequeño parque no tan visitado, decidí ir y pensar con serenidad las cosas, en eso me metí a Instagram y ví millones de fotos de Jennifer y mías mis lágrimas corriendo en mis mejillas y una sonrisa se me pinto a ver esas fotos no sabía la razón y solo pensé en enviarle un mensaje a Jennifer pero supuse qué iba a pensar que era una controladora o algo así pero en estos momentos necesitaba de su famoso abrazo de oso, la verdad estába demasiado desconcertada. Poche no era así ella nunca se dejaba manipular por fotos o por los celos todo lo contrario si los sentía me lo hacía saber y lo hablabamos e aquí donde yo empiezo a sentir algo extraño en ella... No quiero pensar lo peor, solo lo único que tenía presente era que María Jose Garzón no era esa.
Recibí una llamada de mí Padre al instante le respondí...

- Hija, mi amor, gracias al cielo éstas bien? ¿Por que lo éstas? Mejor dicho ¿donde éstas? Me dijeron que viniste a buscarme. ¿Pasa algo? - estaba muy preocupado amaba eso de el qué fuera tan lindo conmigo.

Papi, necesito de tu amor ahora mismo, ¿éstas en tú casa? - quería de su amor lo necesitaba.

- Claro mi amor ven, aquí estoy o voy por tí?

Por que no mejor vienes tú estoy en el parque que queda como a 4 cuadras de donde éstas, está tranquilo e hermoso el parque.

- Ya llego preciosa.

Quince minutos después llego salí corriendo a abrazarlo, asenti mi cabeza en su hombre y empecé a llorar mucho.

- Preciosa, hija ¿qué pasa? Que tienes por qué lloras así. - a mi papá nunca le gusto verme llorar a qué papá no?