ESTÚPIDO NICKOLAS

» Capitulo 16: Engañados.

Ato mi cabello en una cola y suelto un suspiro corto, completamente agotada.

Tres noches seguidas acompañando a los chicos a los conciertos, los habíamos acompañado a muchos más, pero ya estaba completamente harta, y encima yo ahí no hacía nada. No entendía como los tres podían soportar tanto, supongo que estaban emocionados.

Aquí en Nueva Orleans la música era lo mejor que nos había pasado, todos los días podías escuchar saxofones o guitarras en las calles, por eso, si tenían la oportunidad de repetir conciertos, no se lo perderían por nada.

La disquera de Nueva Orleans que los había contratado (si, así se llama), era parecida a IndustriasBae, solo que un poco más grande y con mucha más gente. No íbamos a mentir, estábamos completamente sorprendidos cuando vimos el lugar, y más al ver el hombre fortachón que tenía pinta de guardaespaldas, ser el jefe de ese lugar. Se llamaba Shaggy, como en Scooby Doo.

"Mia, andando, ¿por qué tardas tanto?" Nickolas se asomó por la puerta y se quedó quieto en su lugar. Luego sonrió. "Oh, vaya, estas más hermosa que nunca"

Entorné mis ojos, así es como me vestía siempre. Jeans, una camiseta y la chaqueta de cuero, sin olvidar la cola de caballo y los lentes que me permiten ver, ya saben, si fuera lo suficientemente inteligente intentaría descubrir la cura para la miopía, mientras tanto me quedaré ciega.

"Déjate de coquetear y vámonos" Dije yendo hacia él, aunque, poniendo una sonrisa tonta.

Cuando finalmente llegamos al lugar del concierto, los chicos fueron hacia el escenario para hacer la prueba de sonido y las tres nos fuimos a sentar a alguna silla o en el suelo para poder charlar, como siempre hacíamos.

"Me estaba preguntando" Solté de repente. "¿Qué es lo que siempre estás pensando, Yuki?" Dije viendo como encendía un cigarrillo que Sofi le había pasado.

"No quiero de tu psicología ahora, Scarlett" Dijo divertida, y yo entorné mis ojos riendo.

"Puede que estudie eso, pero no significa que todo mi entorno tenga que ver con la psicología" Expliqué. "Solo quiero saber si estas bien, últimamente has estado muy distante y creo que ni siquiera querías venir hoy"

"¿Cómo...?" Soltó mirándome perpleja.

"¿No te lo había dicho? Leo mentes" Me dio un empujón riendo, y Sofi y yo la imitamos.

"Yo... he cometido un error. Y estoy averiguando como solucionarlo" Nos contó, Sofi bajó la mirada, tenía la idea de que ella ya sabía cuál era el problema.

"Sabes perfectamente qué hacer" Regañó la pelinegra quitándole el cigarrillo de la mano y dándole una calada.

"No es tan fácil" Se defendió.

"¿Puedo saber cuál es el problema?" Pregunté confundida. Yuki me miró haciendo una mueca.

"Tenme paciencia" Asentí abrazándola, luego me levanté del pasto y sonreí maliciosa.

"Recuerda que a Cooper no le gusta que fumes"

"Carajo" La escuche murmurar mientras apagaba el cigarrillo.

✴ ✴ ✴

"Te tardaste mucho" Mencionó Cooper con una extraña expresión.

"Fuimos al baño" Yuki dijo, sonriendo nerviosa, algo en su relación no iba bien. Yuki al hablar volteó el rostro, suponía que era para que Cooper no sienta el olor.

Entrecerró los ojos desconfiando y me miró a mi como si supiera que yo no sabía guardar secretos. En cambio, le miré intentando aparentar tranquilidad.

"Mi..."

"Cada quien se hace responsable de sus acciones" Fue todo lo que dije antes de sentarme. Yuki me miró con ojos fulminantes, sin creer que yo dije eso.

Todos en silencio vimos como Cooper ponía sus manos en el rostro de Yuki, entrecerrando los ojos. Cooper tapo su nariz con el pulgar y el índice y sonrió, esperando la reacción de Yuki, que soltara aire por la boca. Por un segundo vi el rostro de Yuki cambiar a todos los colores. Hasta que por fin soltó el aire.

"Yu-ki" Separó las silabas haciendo que parezca más endemoniado de lo que ya era. "Pero si sabes que odio que fumes" Se quejo el chico y Yuki sonrió inocentemente.

"Fue uno solito"

"Uno solito mis pepinos" Solté una carcajada que fue seguida por Sofi. "Me mentiste"

"Yo miento siempre" Yuki se golpeó la cabeza con su mano, reprendiéndose. "No debí decir eso"

"Chicos, en cinco deben ir al escenario" Dijo un hombre asomándose, los tres asintieron y la puerta volvió a cerrarse.

"Hablaremos más tarde" Él dijo, golpeando su dedo índice en la nariz de mi amiga.

Nickolas me dio una mirada coqueta y yo se la devolví en forma burlona, haciendo que se ría y salga. Miré a Yuki, atenta, no parecía muy feliz.

"¿Vas a decirme qué paso?" Le pregunté, preocupada.

"Mia, no es algo fácil de contar" Defendió Sofi y yo la miré mal.

"Déjame ayudarte" Persistí.

Sinceramente me enojaba que no confiaran en mí, yo suelo ayudarlas cuando tienen algún problema, y que ahora me ocultaran algo simplemente me enfadaba.

"Yo..." Cuando vi que por fin iba a contarme cuál era su problema, suspiró y me miró a los ojos. "¿Te acuerdas de Matthew? ¿El asistente de Gianella?" Preguntó haciendo una mueca. Yo toque mi frente con mi mano derecha, ya sabía a donde iba esto. "Gianella le había dado mi número, puesto que el "Quería hablar conmigo sobre algo" y... Pues... El punto es que, engañé a Cooper"

La miré sorprendida, no podía entender como ella había hecho eso. Yuki, la que siempre nos dijo que jamás perdonáramos una infidelidad, decidía que hacer sobre la que ella misma había hecho.

"Así que creo que voy a terminar con él, quiero tiempo porque... Bueno, Matthew fue con nosotras a la secundaria, ¿recuerdan?" Fruncí mi ceño.

¿Uh? Claro que no lo recordaba.

"Yo si lo recuerdo, te le quedaste viendo por horas descifrando si era él o no" Comentó Sofi y Yuki asintió.

"Y creo que sigo enamorada de él" Abrí mis ojos como platos.

"¿¡"Sigo"!?" Chille de manera escandalosa.

"Sí, salí con él. Si te conté, estúpida. Por estas cosas no hablamos seriamente" Se cruzó de brazos.

"Perdón, perdón, mi amor, continúa~"

"No fui la única infiel" Aquello fue como un balde de agua fría, esto era mucho. "Cooper me ha engañado con Gianella"

La puerta del camerino se abrió, Cooper tenía sudor en el rostro y la guitarra roja colgaba tras su espalda; una expresión de confusión junto con desesperación tomaba, poco a poco, forma en su rostro.

"¿Lo sabías?"

Eh.