te quiero a morir

Hoy hacen cuatro grados en la calle.
Y puede que haber dejado la puerta abierta tenga algo que ver.
O quizás los cientos de pedacitos de mí que se fueron con tu cuerpo y que ahora no quieren regresar. Yo tampoco lo haría.

Ya no huele a café recién hecho por las mañanas. Y parece que te sigo viendo tumbada en el sofá de mi casa. Caminando ligera de ropa por el pasillo.

Hoy es la primera mañana de invierno que sale el sol. Y lo seguirá haciendo. Y con él, la primavera y el resto de los días. Puede que incluso en una de esas mañanas en las que sale el sol te olvide.
Pero no será hoy.
Porque hoy miro hacia delante y no puedo evitar ser consciente de la cantidad de años que me quedan por vivir sin ti.

No sé si soy valiente por seguir luchando por lo que más he querido y buscado en esta vida aún sin nada a mi favor, o cobarde por no dejarte ir y quedarme los "todo se va arreglar y vamos a hacer las cosas bien "
Hagamos como si nada y empecemos de cero, que solo se vive una vez.

Pero que esté bien. Solo pido y quiero que esté bien.
Que sus mañanas resplandezcan y sus noches la calmen, que sus inviernos sean cálidos y sus veranos tranquilos.
Que allí donde predomine su risa sobren las aves, el mar y la brisa.
Y que cada vez que ella amanezca, el sol se esconda y que aprenda, lo verdadero de una luz incandescente.
Si es con otra persona que lo sea. Que caliente sus inviernos y la abrace de madrugada.
Pero que luzca su sonrisa todos los días. Que con sus besos, borre mi nombre de todas las partes de su cuerpo donde me declaré en huelga armada.
Yo que nunca creí en las causas perdidas.
Pero que su corazón siga intacto. Que no le duela, y que cuide todos los sentimientos que le descubrí a mi lado.

Que enseñe a querer o siete mil millones de personas no sabrán jamás como se hace de verdad.
Yo también pensaba que un "te quiero" dicho con el corazón era de verdad.
Como para mentir a unos ojos en los que no hace falta levantar la mirada porque cabe el cielo, el sol y el firmamento entero en ellos.

Te prometí que cada vez que aquello de lo que no eres valiente durante el día te amenace el sueño, la luna me avisará, y prometo combatir todas y cada una de tus pesadillas. Y protegeré todo tu interior. Hasta lo que no se ve.
Porque una vez fue mío, y lo quiero a morir.