Destinatario.

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No me voy a olvidar de ti, porque he querido más a esos ojos, que a mi propias manos, y eso que con ellas me apoyo en cada caída.
No me voy a olvidar de ti, porque voy a echar de menos cada momento que he reído contigo.
No me voy a olvidar de ti, porque he jurado demasiadas veces que eras el amor de mi vida, porque he llorado más tu vida de lo que he llorado jamás por alguien.
No me olvidaré, que he puesto nombre a tus brazos y los he llamado libertad, porque he sentido estrellas en los dedos cada vez que entrelazabamos las manos, porque no he necesitado jamás planos, para construir mi vida contigo.
No me voy a olvidar de ti, porque te he querido a sangre y a fuego, porque las legañas de tanta vida durmiendo se cayeron cuando me dijiste tu primer te quiero.
No me voy a olvidar de ti, porque he navegado en muchos mares, me he ahogado en todos ellos, y ninguno ha conseguido que no pronuncie tu nombre.
Y ahora solo miro a mi alrededor, y solo veo el polvo que ha levantado este mendabal de miedo.
No me voy a olvidar de ti porque no quiero, este latido no perdona, y este te quiero que te digo, ya no llega a su destinatario, pero si permanece en la memoria, y es lo único que queda, lo único que voy a cuidar.

Tenias que ser tú. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora